La otra mirada

Diálogo entre culturas, de lo local a lo global.

Paisajes del alma

"Vista de Ávila".  Joaquín Sorolla.
El poeta Juan Ramón Jiménez (1881-1958) criticó mucho a la generación de escritores que escribían en torno al año 1898, un año difícil para la política exterior española por la guerra de Cuba, última de las colonias. Fue un grupo de escritores que dedicó muchas palabras a una descripción detallada y rica de los paisajes y habitantes de la España rural, especialmente de la zona de Castilla. El escritor Azorín, en su libro Castilla (1912) habla de ese área así:

Desde la ventana de este sobrado, en lo alto de la casa, no se ve la extensión azul y vagarosa; se columbra allá en una colina con los cipreses rígidos, negros, a los lados, que destacan sobre el cielo límpido. A esta olmeda que se abre a la salida de la vieja ciudad no llega el rumor rítmico y ronco del oleaje; llega en el silencio de la mañana, en la paz azul del mediodía, el cacareo metálico, largo, de un gallo, el golpear sobre el yunque de una herrería. Estos labriegos secos, de faces polvorientas, cetrinas, no contemplan el mar; ven la llanada de las mieses, miran sin verla la largura monótona de los surcos en los bancales.

De alguna manera, todos ellos conectaban el paisaje descrito con un estado interior del espíritu personal, y la asociación con ciertos valores nacionales en algunos casos. Rescatamos un ejemplo del autor bilbaíno Miguel de Unamuno, perteneciente a un libro titulado Paisajes del alma que escribió entre 1892 y 1936.

Nieva. Espectáculo y sensación que siempre me rejuvenece. ¿Rejuvenecer? ¡Sí, rejuvenecer! Parece que la nieve, en el invierno, debería dar sensación de vejez, y recordar su blancura a la de las canas, y, sin embargo, en Navidades, a fin de año y a la entrada del invierno –por lo menos en este hemisferio boreal o ártico, que es donde se formaron las tradiciones y leyendas de nuestra cultura común–, en Navidades, se celebra la fiesta de la niñez, el culto al Dios Niño. […] 

El invierno de nieve, o la nieve del invierno, tanto o más que la vejez, nos recuerda la infancia. Entre otras cosas, por su desnudez y su blancura. Es lampiño como la infancia. Y el manto de la nieve parece una sábana para recibir a un niño.

Desde unas nubes pardas, grises, oscuras, penumbrosas, cae el manto de copos de la nieve, del que ya dijo algún poeta que era como una lluvia de plumas de alas de los ángeles, de ángeles que al entrar el invierno cantaron lo de: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz!». En la Antigüedad, las campañas guerreras se suspendían por razones prácticas y de conveniencia, al entrar el invierno.

El invierno era la estación, por excelencia, pacífica. Y la caída de la nieve es un símbolo de paz.

El poeta Antonio Machado, por ejemplo, pone su atención en un viejo árbol, un olmo, que representa la enfermedad y decadencia del cuerpo y vida de su mujer. Describe perfectamente el estado de ese olmo como reflejo de un estado físico y espiritual. Dejo un video de este poema, cantado por Joan Manuel Serrat en 1969 (el disco «Dedicado a Antonio Machado»), que hizo muy popular la poesía de Antonio Machado en la España de los 70.

Personalmente, mi infancia, por ejemplo, se identifica con un paisaje industrial y marinero al mismo tiempo del norte de España. ¿Cuál es tu paisaje del alma? ¿Serías capaz de describirlo y compartirlo con nosotros imitando a estos autores?

416 comentarios el “Paisajes del alma

  1. Cecilia Aedo
    08/03/2016

    El paisaje del alma que más me gusta observar, es el cielo. Una atmósfera infinita, tan extensa que, a pesar de todo, es un espacio que todo el mundo puede admirar. En sus distintas facetas no es diferente para nadie. Es algo que sea donde sea que estés en el mundo, puedes encontrarlo. Levantas tu mirada y siempre va a estar ahí.
    Lo más bonito del cielo son sus diferentes colores, aquellos tintes que nos hace descubrir las maravillas del universo y que gracias a eso, crea paisajes con experiencias y recuerdos únicos, algo que sin duda quieres inmortalizar para siempre, a través de tu cámara o tu teléfono, y guardar para siempre la reminiscencia de ese momento. Dentro de sus tonalidades podemos encontrar desde lo más oscuro hasta lo más claro, tonos azules, rosas, hasta anaranjados, mostrándose en degradé e incluso con pequeñas manchas, sin duda un espectáculo de colores que la misma naturaleza nos da día a día.
    A veces me gusta pensar que cuando estoy admirando un amanecer, una puesta de sol o el estrellado cielo de una noche de verano, alguien más está justamente en ese instante haciendo lo mismo que yo, imaginando también en cómo yo estoy observando el mismo paisaje, pensando que el cielo une a las personas a pesar de no conocerse.
    Sin embargo, el cielo que más me gusta ver, es aquel que se encuentra en la cima de todo, como cuando viajas en un avión. Ese cielo, aquel que ves cuando eres tú quién está por encima de él, en donde puedes admirar las nubes y lo diminuta que puede ser la humanidad, cuando parece que estás en medio de la nada, sin nada más que aquellas nubes que parecen algodón. Y en ese momento, tu única compañía es esa atmósfera de colores, el paisaje del alma que más admiro.

    • Benedikte Lauritzen
      08/03/2016

      El paisaje que describes me parece muy bello. A mí me gusta el color azul, y cuando pienso en el cielo también pienso en todos los diferentes tipos de azul que uno puede encontrar allí. Y a mí también me gusta la idea de la infinidad, y de las estrellas que están tan lejos de nosotros pero que de todos modos nos dan belleza y un tipo de paz mental al verlos allí arriba.

    • Tamara Dumic
      08/03/2016

      ¡Qué buen texto! La manera en la que describes el paisaje es muy precisa. ¡Me encanta leer un texto lleno de comparaciones y epítetos como el tuyo! A parte de una descripción objetiva, en tu texto puedo ver exactamente tu conexión con el objeto que describes y es justamente eso lo que impide a tu texto ser una simple descripción de la naturaleza. Leyéndolo, tus descripciones detalladas me llevaron directamente por debajo de esta bonita creación. Podría sentir la misma calma que sientes tú mirando el cielo y me has mostrado verlo con tus ojos.

    • Charlotte Madeleine Olsen
      10/03/2016

      A mí me gusta tu paisaje del alma mucho. De acuerdo que el cielo es algo universal, algo que se unen todo el mundo. También pienso en el cielo como algo con grandisimo fuerza. Como por ejemplo cuando veo auroras boreales (no he visto en la realidad, pero en imágenes y vídeos), se parece como algo de universos que sólo existen en aventuras, algo mágico. También creo que el cielo nos afecta mucho todo el tiempo, cuando hace sol, lluvia o nieve todo esto ocurre desde el cielo y pensamos que es algo que no podemos controlar y que puede darnos momentos felices y momentos desesperados.

    • Saul Cue
      10/03/2016

      El cielo como puente de unión entre desconocidos es una imagen de innegable potencia. Es un marco de referencia universal para todos y cada uno de nosotros, más allá de lo personal, de lo circunstancial.

      La mención a lo digital me ha hecho sonreir y el mar de nubes que nos han acercado las compañías aéreas de bajo coste ha hecho de la sonrisa una risa cómplice.

      Amelia Earhart suscribiría ese final sí o sí.

    • Lena
      11/03/2016

      Me gustaría añadir un comentario sobre el «estrellado cielo de una noche» que has mencionado en tu reflexión sobre el cielo.
      Creo que ha la mayoría de nosotros, nos encanta observar el cielo de noche, especialmente el cielo despejado que revela la belleza de las millones de estrellas que hermosean el cielo. Desde que era pequeña me identificaba de una manera especial con las estrellas ya que crecí en un pequeño pueblito del bosque negro en Alemania que se llama (traducida) «la esquina de la estrella» – un nombre muy poético como creo yo.
      Estoy de acuerdo con que muchas veces queremos inmortalizar este paisaje único a través de la cámara. Sin embargo creo que también puede ser una experiencia única dejando al lado la cámara por un momento para solamente capturar un imagen como tal con nuestros propios ojos, guardándolo únicamente en nuestra mente.

    • Bob Dylan
      11/03/2016

      ……..Y también el arco iris con todos los colores que existen. Cuando yo era un niño me gustó muchísimo el arco iris. Es algo muy mágico sobre este fenómeno natural.

      Quiero ver el arco iris desde el punto de vista de un avión. Puede ser una experiencia inolvidable.
      He visto el arco iris cuando he estado en la cordillera cerca de Numedal.

    • Peder B
      20/03/2016

      Debes ser poeta! Es muy interesante lo que escribes. El cielo, las nubes, las estrellas. Tengo que decir que a mi también siempre me gustava el cielo. Es tan grande como el mar, pero no tan escalofriante como el mar. El mar es grande, produndo, y azul, exactamente como el cielo. Peroal mismo tiempo el mar es obscuro, enigmático, desconocido, impredecible. Por eso prefiero el cielo. Para mí, el cielo tiene más «optimismo», más felicidad, mas esperanza, que el mar. Los sueños, la inspiración, las aspiraciones, las ambiciones, la alegria – esto es el cielo para mí.

  2. Kamilla
    08/03/2016

    Mi paisaje del alma esta situado en el sur del país, un lugar tranquilo y muy bonito. Tiene un silencio que no se puede comparar con cualquier otra parte del mundo. El mar que tiene sus grandes olas, y a veces solo escucho el sonido de las orillas, ese es un sonido maravilloso. El aire que viene desde las montañas, la hierba que tiene un color brillante, un color verde fresco que solo existe allí. Y el olor de la sal, la sal del mar. La playa que no termina, una playa que representa posibilidades y libertad. La vista de la cabaña de mi abuela, mi casa de la infancia.
    Pasaba todas mis veranos allí cuando era pequeña. La abuela y yo pasábamos alrededor de la isla, y ella me decía todos tipos de historias, historias que puedo llevarme en el futuro.
    Cada mañana después de una tormenta veíamos el sol que se despertaba. Ella me decía que donde hay tormentos y rayos, hay siempre luz en el fin de camino y ese empieza con un salida del sol. Es decir, hay obstáculos en el mundo, peleas, malos entendidos, injusticia, y duelo. El rayo viene adelante, pero después de un tiempo, el sol viene.
    La combinación con el mar y el sol juntos es algo maravillosa. Cuando veía los dos juntos, siempre sentía una sensación de paz y tranquilidad a la vez. El olor desde el mar, el sal que viene hacia mi cara. Me sentía como una sirena, una sirena que estaba muy feliz.
    La arena en la playa es la memoria mas fuerte que yo recuerdo de mi infancia, la arena representa un color tranquilo, un color puro, un camino largo, que sigue en el futuro. Y ahora cuando veo la arena pienso en las posibilidades que lo tengo en mi futura.

    • Entiendo muy bien tus sentimientos. Mis abuelos tambien tiene una casa en un pueblo pequeño en el sur de Noruega donde pasaba todos los veranos cuando era pequeña. Los ultimos veranos no he tenido tanto tiempo para poder pasar el tiempo allá, y me da un poco de pena que no puedo revivir los recuerdos de mi infancia con ellos. Algún dia cuando yo mismo tenga hijos y nietos espero que los pueda dar la misma oportunidad de pasar las vacaciones junto al mar, la tranquilidad y la familia. ¿Sigues pasando tus vacaciones allá?

      • Kamilla
        08/03/2016

        Si, yo quiero dar una oportunidad así a mis hijos y nietos también. Es algo especial pasar la infancia en un pueblo así , con la familia cerca de tu lado.
        Si, estoy allí cada verano con toda mi familia, pasamos tiempos juntos en la isla.

    • Tiril Evensen-Lie
      08/03/2016

      Puedo imaginar que ese lugar es importante para ti. Yo también tengo muy buenos recuerdos de la infancia pasándola en la cabaña de mis abuelos. Tu texto me hacía pensar en las ventajas de tener buenos abuelos, y la importancia de crear buenas relaciones con toda la familia. Además me gustó mucho tu descripción de la combinación con el mar y el sol. Me dio ganas de viajar al sur de Noruega para disfrutarla.

      • Kamilla
        08/03/2016

        Si, las relaciones familiares y un lugar que podemos pasar tiempos juntos es muy importante para mi. Porque en la vida diaria hay millones cosas que hacer. Sin embargo cuando estoy allí en la isla , esas cosas no son tan importantes.
        Noruega tiene unas vistas maravillosas y te entiendo si quieres viajar al sur. En mi opinión el sur de Noruega tiene unas vistas increíbles, y cada año tomo unas fotos maravillosas.

    • Øystein Gulbrandsen
      08/03/2016

      Bien escrito. Me llevas de vuelta a mi infancia. Tengo una cabaña en el sur de Noruega donde pasamos los veranos, y reconozco el olor del mar sal y el sonido de las olas. También pienso en los gritos de las gaviotas, La sensación de estar en un barco y mirar hacia el horizonte azul es indescriptible. Me siento verdaderamente libre y tranquilo, y el niño por dentro que quiso ser un pirata vuelve a nacer.

      • Kamilla
        08/03/2016

        Me alegro que sientes así! El mar y el olor en el sur de Noruega es algo increíble. Me siento mucho mejor cuando huelo el sal desde el mar, y sin mencionar las gaviotas por supuesto, no estamos en el sur sin ellos. Que guay,un pírate. Mi sueño siempre era ser una sirena como Ariel.

    • Irene
      09/03/2016

      Aunque yo no soy del sur, he estado de vacaciones. El paisaje que has descrito me parece precioso. Yo también lo sentí de esa manera cuando estuve. Me encantó pasar el día en la playa, pasear por la orilla con la arena entre los dedos de los piés. Sentarme en una toalla y mirar todos los barcos que pasaban, todos con banderas noruegas.

      Yo creo que las memorias que tenemos de cuando éramos pequeños son muy importantes. Igual que en tu descripción, no sólo nos acordamos de las cosas que vimos y las cosas que pasaron. También nos acordamos de los olores en la calle, del sabor de la comida que nos preparaba la abuela, etc.

      A mi me encantó pasar el verano en el sur de Noruega. Igual la proxima vez que vaya, pueda visitarte y me enseñas el lugar de tu paisaje del alma 🙂

    • Charlotte Madeleine Olsen
      10/03/2016

      Qué bonita descripción de tu paisaje del alma! De acuerdo que el mar y el sol juntos es algo maravilloso, y especialmente el olor. Pienso en ciudades con mar que he visitado como un olor muy fuerte, y que me gusta mucho. Cuando pienso en San Sebastian, y San Francisco, al primero pienso en el olor del mar. También me gusta que incluyes tu abuela, y describe un paisaje muy bonito y metáforico que este lugar te muestra como todo el tiempo hay espero en el fin, para el mundo y cada uno de nosotros.

    • Marcus
      10/03/2016

      ¡Bien escrito! Después de leer tu comento, tengo una imagen muy vivida de un paisaje estupendo. Pienso que tenemos mucho en común en este tópico – yo también me siento una conexión profunda con la naturaleza de la costa, especialmente durante el verano. No hay mucho que puede comparar con esta mezcla perfecta del sol y del mar. ¡Espero que yo también tendré la habilidad de compartir estos paisajes con mis hijos!

  3. Patrick Konopski
    08/03/2016

    Mi paisaje del alma no está lejos de mi cabaña, situada en Rondane;

    Los pedregosos milagros de la natura. Árboles de piedra que lanzan hasta el cielo en una manifestación de fuerza y firmeza, que viven a través de milenios, que tienen raíces que se cavan más profundo que toda la vegetación combinada, y que simultáneamente cortan las nubes y moldean multitudes de formas extrañas y maravillosas. Ni tormentas ni animales, ni siquiera los humanos habían tenido el poder necesario para vencer los mudos gigantes. La única fuerza que ha prevalido en la derrota de las robustas coronillas ha sido el tiempo…

    Caminando por esa naturaleza, buscando y descubriendo los secretos que esconde, sintiendo el murmullo del tiempo que se detiene y cuenta una historia más extenso de que se pueda entender, solo para encontrarse en una paz increíble, eso es algo extremadamente precioso. Pero lo más fantástico entre las montañas de Rondane, situada en las alturas de las sierras, escondido entre los cumbres estériles cubiertos en nieva tan blanca que podría hacer ciego, son las planicies que se extienden por miles. Aunque las piedras son inhospitalarias, amenazadoras y hostiles, las llanuras tienen éxito de vida. Organismos, hierbas, animales, flores, césped y muchas otras cosas vivas llenan los valles sagrados. Durante el invierno no hay casi ningún sonido, solo el ocasional lanzamiento del viento que te hace cosquillas por tu carrillo. Todo duerme. Durante el verano, al contrario, todo tararea con un poderío que grita en felicidad y muestra la biodiversidad de las llanuras. Nunca me he encontrado en un pacto más hondo que mi pacto con las cordilleras de Rondane. Me hacen feliz, me dan paz, me muestran la belleza de la soledad, me cuentan la historia del tiempo y me enseñan la virtud de fortaleza. Los reyes ancianos de Noruega que poco a poco nacen polvo.

    • Sven Tore Relling
      08/03/2016

      «No ser eg atter slike fjell og dalar…» (la poema Ved Rondane de Aa. O. Vinje). ¿Traducir poemas clásicos noruegos a español puede ser una tarea interesante en este curso o en otros cursos en el futuro?

      • Patrick Konopski
        09/03/2016

        Sería extremadamente interesante intentar a traducir poemas de Noruego al Español y al contrario, no solo porque estaré divertido, sino porque disfrutaríamos mucho de la experiencia en la manera de aprendernos nuevas palabras y modismos!

      • Alvi
        09/03/2016

        Sí, claro, podrían emparejarse a los poemas en español que leéis en la clase, y así hacer literatura comparada, ¿no?

    • Øystein Gulbrandsen
      08/03/2016

      Me gustan mucho tus descripciones de la naturaleza. Supongo que uno siente sublime cuando está rodeado de la grandeza de la naturaleza. ‘The school of life’ han hecho un video sobre el sentimiento sublime: Uno siente (en una manera buena) pequeño e insignificante en comparación con la naturaleza. Además, un paisaje es hasta más especial cuando sabe la historia de él.

    • Frida Heggelund
      09/03/2016

      ¿Crees que las montañas que describes siempre han sido inhospitalarias? Yo pienso que en la sociedad de hoy estamos buscando los lugares perfectos para vivir y elegimos otros para pasear. ¿Por qué no queremos vivir en un lugar si es tan maravillosa? Seguiría ser tan Maravillosa si hubiese mas gente allí?

      • Patrick Konopski
        09/03/2016

        Pues, en las montañas noruegas no hay suficientes recursos para establecer una sociedad o un pueblo. Claro, tenemos la tecnología para hacerlo, pero para realizarlo necesitaríamos que destruir mucha belleza y sistemas ecológicas en el intento. Además, no diría que las montañas siempre han sido inhospitalarias, sino más que eran escasos fuentes de comida. Si vayas por un camino en Rondane, verías que hay trincheras construidas por los primeros habitantes que servían como trampas para atrapar los renos. Es bastante posible que también vivían entre las piedras, pero no estoy seguro.

        • Frida Heggelund
          10/03/2016

          Bien interesante eso de las trincheras! me gustaría ir para allá un dia a ver como es.
          Y sí, estoy de acuerdo contigo, no debemos destruir más belleza y partes del sistema ecológica que es necesario.

        • Charlotte Madeleine Olsen
          10/03/2016

          Esto es una de las cosas que a mí me gusta mucho en Noruega, que se puede caminar en las montañas donde no hay otras personas, es un lugar que puede estar sólo y me encanta que hay muchas cabañas pequeñas en todas las montañas más o menos, entonces pienso en las montañas no como inhospitalarias quizás, sino en lugares donde no vivimos permanente pero donde más o menos todos se gustan visitar y vivir por unos días sin la tecnología, sin los coches, sin los ruidos de ciudad etc.
          Pero hay gente que vive en lugares muy peculiares, existe un programa en la tele en Noruega que se llama «der ingen skulle tru at nokon kunne bu», es decir, donde nadie creería que alguien pudiera vivir, o algo así. Se trata de las personas que viven en sitios increíbles.

    • Saul Cue
      10/03/2016

      Hay algo en este texto que invita a la introspección más absoluta, que celebra la huída del hombre moderno, el rechazo del mundanal ruido propio de nuestro tiempo y el regreso a la naturaleza como último refugio.

      Patrick lo sugiere y Fridda lo confirma con un enorme y acertado por qué cuando cuestiona la diferencia entre el lugar perfecto para vivir y aquel que elegimos para pasear. Charlotte va un paso más allá al catalogar las montañas como residencia temporal, en contraposición a nuestro día a día urbano, social.

      Me pregunto si la soledad deseada, si la naturaleza como vía de escape y el paisaje como garante de paz es una verdad universal, un efecto secundario para la sociedad occidental o un cliché romántico.

      La civilización como mal necesario y demás.

      • Maria Luz Crebay
        11/03/2016

        Que interesante tu comentario. Entiendo perfectamente el «conflicto» que describis. El mudarme de Argentina a Noruega me ha hecho pensar mucho en ello. Y la mayoria de las veces senti que la naturaleza me daba esa «tranquilidad y paz» que la ciudad ruidosa de los barrios de Buenos Aires no hacia. Hace poco conoci un noruego que es sacerdote y vive en Noruega. Pero hace 16 anos, vivio en Argentina, en un pueblo muy cercano a mi ciudad natal. El mismo me cuenta con tanta alegria de que manera esa extrana esa ciudad con todos sus ruidos, junto con las «impuntualidades» de la gente y el desorden en todos sus sentidos. Me conto tambien que viaja cada verano a este pueblo porque lo necesita. La verdad pensar en lo que Arne me conto me hace volver a la lectura de Rayuela de Cortazar y por que no, a mi querida Buenos Aires.Mas que un cliche romantico me parece que tiene que ver con la experiencia particular de cada persona, y el caso de los noruegos es bastante particular, son pocos y con una tierra muy vasta. En el caso del noruego que conte antes, el si tuvo su experiencia en Argentina a partir de esta se reconocio como «parte» de este paisaje tan diferente al de su propia ciudad.

      • Alvi
        31/03/2016

        Cenital 😉

  4. Tiril Evensen-Lie
    08/03/2016

    Mi paisaje del alma es el lugar donde yo crecí. Es el lugar donde me puedo relajar totalmente y disfrutar la naturaleza olvidando mis problemas. Está situada centralmente en el este de Noruega, cerca de Oslo y cerca de Gardermoen. Al mismo tiempo se siente que está lejos de la vida estresada en la ciudad. La belleza naturaleza, el aire puro y el silencio me hacen sentir tranquila, feliz y completamente libre.

    Hadeland ofrece algo de todo. Se puede, por ejemplo, subir las montañas, nadar en los fiordos o pasear por los caminos. Lo bueno es que hay un montón de posibilidades todo el año. Mucha gente ha encontrado las buenísimas oportunidades de esquiar en el invierno, como el nieve le encanta cubrir este lugar, o las fantásticas posibilidades de disfrutar los días soleados del verano montando a caballo o en bicicleta.

    Al final hay que decir que el tiempo no es extremo, es decir, nunca va a pararte. Sin embargo, tiene temperaturas desde – 30 grados en el invierno hasta 30 grados en el verano, pero eso solo enfatiza las variedades de las estaciones. Hay cuatro muy diferentes estaciones con las que cada ofrece una vista preciosa de la naturaleza, así que no hay un tiempo mejor de visitar este lugar. Siempre te va a asombrar.

    (https://www.youtube.com/watch?v=9791mc8Dt_k
    Este video muestra la vida en Hadeland)

    • Benedikte Lauritzen
      08/03/2016

      El paisaje que describes parece mucho al mío, y no es raro dado que yo también viene de Hadeland. La diferencia es que yo he elegido un sitio específico (el jardín de mi casa allí), mientras que tú has elegido todo el paisaje de Hadeland como tu paisaje de alma. Yo estoy completamente de acuerdo contigo en que la naturaleza de Hadeland es muy diversa y hay algo para cada tipo de persona. Puedes ir a Hadeland si necesitas paz.

      • Tiril Evensen-Lie
        09/03/2016

        ¡Sí, la diferencia de nuestros textos es interesante! Y eso demuestra que no tiene que ser aburrido de escribir sobre el mismo tema.

    • Anne Utgård
      09/03/2016

      Yo tenía una impresión muy diferente de Hadeland antes; he pensado que es un lugar aburrido y frío, y la sola cosa que puedo asociar con este lugar, es el asesinato que ocurrió en un puente allí, en 1981. He leído acerca de que en el periódico hace tres semanas. Pero nunca he ido allí, y aparentemente, hay muchas cosas que hacer, rodeado de un paisaje muy precioso.

  5. Øystein Gulbrandsen
    08/03/2016

    El bosque de historia, tierra de responsabilidad, el río bello y peligro. El paisaje del alma es de tradición: la tierra de mis hojas. Un paisaje rural al lado de bosque abeto todo terminado en un río que corre a través el paisaje, marcando un borde natural.
    En doscientos años mi familia ha vivido en esta tierra. La hemos cultivado y la hemos cuidado. En el bosque oscuro, hay senderos dormidos cubiertos debajo de árboles majestuosos. Érase una vez en estos senderos, transportaron plata y madera al rey de Dinamarca.
    Siempre hace viento en los campos donde se cultivaban lo que necesitaban. Érase una vez cuando el perro no fue el mejor amigo del hombre sino el caballo; el tiempo era el mejor amigo y el peor enemigo; y el hambre era el resultado de un fallo.
    Había una vez se podía beber el agua del río: Polución no existía y calmar la sed era gratis. Cuando las campanas de la iglesia sonaban, al barco todos fueron; el caballo se descansaba.
    La propiedad ha crecido y sido dividido entre hermanos. En los libros se puede leer de los que vivieron y de los que viven hoy. Algunos se fueron y algunos quedaron. Sin embargo, el esfuerzo de las generaciones nunca se va: se ha convertido en una parte de la tierra.

    • Benedikte Lauritzen
      08/03/2016

      Como dijes tú, creo que mucha gente se siente relacionada con el paisaje de su infancia, y el sitio donde crecían. He visto muchos comentarios aquí que relacionan el paisaje de su alma con el paisaje de su infancia, sin decirlo específicamente como has dicho tú. Creo que relacionamos nuestro paisaje de alma con algún recuerdo feliz, especialmente con un recuerdo de nuestra infancia cuando no teníamos preocupaciones ni examenes ni nada.

      • Benedikte Lauritzen
        08/03/2016

        dices*

  6. Benedikte Lauritzen
    08/03/2016

    Estoy completamente segura de una cosa: En mi paisaje de alma hace sol.
    Alguien podría pensar que eso no tiene nada que ver con el paisaje, dado que no tiene que ver con la tierra o los árboles o las montañas. Pero para mí, mi paisaje de alma será un lugar donde yo puedo sentirme feliz. Y la verdad es que si hace sol – si puedo sentir los rayos de sol calentar a mi piel – es muy probable que sea feliz, sea lo que sea el paisaje que me rodea.
    Pero es más. Es que el sol no sólo me calienta y me hace sentir cómoda y feliz. También, según creo yo, el sol cambia el paisaje, convirtiendolo en algo más bonito y más hermoso. Le da vida a todo el mundo con sus rayos. Un paisaje “normal” – un camino, un bosque, una playa – puede convertirse en algo fantástico y casi mágico si el sol les toca y les da vida y calor. Para mi es casi un milagro lo mucho que cambia el paisaje cuando hace sol.
    En mi paisaje de alma tambien será primavera o verano. Me gusta el sol en invierno también, pero entonces el sol no calienta tanto, y el calor es parte de la causa de que puedo sentirme relajada y feliz. Creo que las dos cosas juntas – el calor del sol, y la belleza que el sol le da al paisaje – definen lo que es mi paisaje de alma. Y si añado un césped verde, un cielo totalmente azul, risa, y un lugar donde puedo sentarme cómodamente y cerrar los ojos para relajarme – entonces estoy en el jardín de mi padre en el campo, en verano por la tarde, con mi familia. Y si me invento un pequeño arroyo que cruza el jardín lentamente, y en que el sol puede reflejarse y calentar a las piedras de diferentes colores, entonces sí que mi alma sería totalmente tranqilo y feliz.

    • Øystein Gulbrandsen
      08/03/2016

      Estoy acuerdo contigo. Yo también pienso que el tiempo o, en este caso, el sol afectan mucho como se ve un paisaje. Cuando lluvia mucho y el tiempo es gris, me pongo cansado y echo de menos mucho el sol y el verano. Por esto, opino que el sol mejora su estado, y el estado afecta como se ve el ambiente. Además, hay poco que sea mejor que andar en el jardín un día de verano.

      • Benedikte Lauritzen
        08/03/2016

        ¡Tienes razón, Øystein! SÍ, a mí esa imagen me parece estupendo también.

    • Tine Sandersen
      08/03/2016

      Yo también siento lo mismo, Benedikte. El sol tiene un valor muy importante para mí y debe ser parte de mi paisaje del alma también. Personalmente, me siento mucho mejor con el sol presente. Yo soy una persona que sigue las estaciones del año y sin duda, me siento más saludable y más feliz durante la primavera y especialmente el verano cuando hace más sol aquí en Noruega. El sol y además el calor son unas de los razones principales por las que mis paisajes del alma principalmente se encuentran en regiones del sur del mundo. Yo prefiero un clima cálido.

      • Benedikte Lauritzen
        08/03/2016

        ¡Siento lo mismo! Automáticamente me pongo más feliz cuando hace sol

    • Cecilia Aedo
      08/03/2016

      Que bonito lo que escribes. Creo que tienes mucha razón, el sol puede cambiar bastante la forma de ver un paisaje. Si el sol está presente puede cambiar un paisaje que sin él, seguramente parecería más triste, adornando con sus rayos lo que antes parecía ser un mal día.
      Nos dejamos llevar mucho por lo que podríamos definir como un buen o mal día gracias al sol, un día nublado y oscuro tal vez no es lo primero que imaginamos cuando pensamos acerca de un «buen» día, aún menos si lo que queremos es un buen clima. Cuando el sol está presete, todo parece estar bien.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Gracias Cecilia. Sí, ¡pienso lo mismo!

    • Tamara Dumic
      08/03/2016

      Me llamó mucho la atención la creatividad que usaste para definir lo que «el paisaje del alma» significa para ti. Pensar «fuera de la caja» y escribir algo único es un paso arriesgado y ese valor es algo que personalmente aprecio mucho(hasta que tenga sentido y está bien hecho).Me gusta la idea de elegir un elemento conectado con el tema que hace la parte del paisaje sin hablar de un paisaje particular.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Gracias. Sí, el paisaje no sería lo mismo sin el sol y su calor, y por eso sería imposible para mí describir un paisaje sin mencionar el tiempo también. Tiene demasiado importancia

    • Celine Andersen
      08/03/2016

      Me gusta tu responde del paisaje del alma. Tu tienes una interpretación muy buena de cuando los paisajes son muy bonitos, cuando los tienes sol. El sol tiene el «poder» de crear un sitio muy fabuloso, yo creo. Para mi también, el sol es muy importante y la luz del sol es la que crea las sombras de las montañas(por ejemplo), y los paisajes con montañas son muy fantásticas cuando es sol. Me encanta cuando estoy en las montañas en el invierno cuando hay nieve y la nieve brilla porque el sol da luz a la nieve. Es lo más bonito de la naturaleza.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Estoy de acuerdo contigo, el «poder» del sol es asombroso. Me gusta tu descripción de las montañas, es verdad que con la nieve todo brilla y es muy hermosa. Para mí, entonces, sólo faltaría el calor (pero eso no sería posible, claro)

    • Tiril Evensen-Lie
      09/03/2016

      Estoy totalmente de acuerdo contigo. El sol juega un papel muy importante para que el día sea bueno. Pienso que el tiempo es una de los temas más hablados en Noruega, como tenemos un clima con grandes diferencias. Además, me ha gustado mucho tu manera de describir tu paisaje de alma. Somos del mismo lugar, pero has escrito un texto diferente y muy interesante. Espero que el verano que viene sea bueno con muchos días soleados y calurosos.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Sí, hablamos mucho del tiempo. Eso debe demostrar que nos importa, ¿no?
        ¡Eso me gustaría mucho!

    • Jack Farsund
      09/03/2016

      El sol es uno de las cosas que puede cambiar mi humor, y como digas tu; si hace sol, el muy probable que sea feliz. Pero tu texto me hizo pensar sobre los opuestos de la vida. Si nunca hace lluvia, no voy a apreciar el sol en la misma manera. Si el verano nunca termina, es probable que el sol no va a cambiar mi humor. ¿Qué piensas tú?

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Estoy de acuerdo contigo. Aunque me encanta el verano, no lo disfrutaría tanto si no teníamos el invierno también (lo mismo con el sol y la lluvia como dices tú). Por eso me gusta vivir en Noruega, a pesar de que sea frío. Nos hace apreciar el sol y el calor aún más. Si viviría en el sur seguro que me gustaría el calor, pero probablemente me quejaría «¡hace demasiado calor!» como hacemos con el frío en Noruega. Ahora nunca digo nada mal sobre el calor en verano

      • Lena
        11/03/2016

        Comparto tus pensamientos, Jack.
        Como ya mostraron otros comentarios, todos estamos de acuerdo con que el sol hace de nuestro día un «buen día», un día agradable.
        Pensando en opuestos, también pienso en «día» y «noche». Puede sonar raro, pero a mi, me encanta la noche y la oscuridad. También me encanta pasear en la noche.
        Y no olvidamos pensar en la transición entre las dos. No nos encanta a todos la salida del sol y la puesta del sol?

        Para mi como alemana, es muy interesante discutir con noruegos sobre el tema del sol. Me imagino que la disfrutan todavía más como el invierno aquí está caracterizado por días muy cortes.

    • Sebastian Kestilæ Berg
      09/03/2016

      ¡Qué bueno texto tu has escrito, Benedikte! Yo creo que el sol crea una nueva vida a todos las cosas que los brillos tocan. ¿Has visitado un lugar localizado norte del Círculo Polar en el verano? Cuando no sea nublado, el sol brilla todo el tiempo, y yo creo que puede ser una lugar perfecta para ti.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        ¡Muchas gracias, Sebastian! He estado en Tromsø por el verano (porque parte de la familia de mi madre vive allí), y he visto como el sol todavía está en el cielo a las 2 de la noche. Es muy bonito, no hay duda, y me gustó mucho, ¡pero falta el calor, claro..!

    • Cecilia Mogollon
      10/03/2016

      Me identifico con tu comentario, Benedikte. El sol es fundamental en mi paisaje del alma. El sol te mantiene siempre alegre y al mismo tiempo te da mucha energía para hacer muchas cosas! y como escribiste tú el sol cambia el paisaje, convirtiéndolo en algo más bonito y más hermoso. Le da vida a todo el mundo con sus rayos, me encantó tu forma de expresarlo. Es verdad los rayitos de sol hacen de tu día, un día mejor y traen consigo felicidad.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Sí, exactamente, ¡el sol trae consigo felicidad! No puedo decirlo mejor, Cecilia

    • Felipe E. Sepulveda
      10/03/2016

      A mí también me gusta el sol, me gustan los días claros, los días de primavera donde empieza todo a florecer. Pienso que los días soleados son hermosos. Tú te sientes más alegre, más jovial, con más ganas de vivir la vida. Tu estado de ánimo cambia ya no estás tan deprimido como en el invierno.

      • Benedikte Lauritzen
        11/03/2016

        Siento lo mismo. Y es verdad lo que dices; pienso que en la primavera el sol, con sus primeros rayos que de verdad calienta el paisaje y le da vida, crea un tipo de magia que no existe en las otras estaciones del año. Estar en la naturaleza cuando hace sol en la primavera debe ser lo que da tu alma más paz que cualquier otra cosa en el mundo, creo yo.

  7. Sven Tore Relling
    08/03/2016

    Tengo mi alma en dos tierras – la primera donde nació y la segunda donde nació otra vez. En la tierra de Norddal y la tierra del Valle de Aburrá. Se quedan en las montañas al oeste de la capital. Físicamente están muy lejos pero espiritualmente son muy cerca. En ambos partes somos los paisanos los más juiciosos del país y muy patrióticos como paisas en la querida patria.

    La naturaleza da fuerza a la gente en tiempos buenos y malos, en las varias etapas constituyendo la vida de los seres humanos. Mirando esta pintura y los otros elementos de la presentación inicial me siento muy muy tranquilo, pero también al mismo tiempo un poco preocupado. No entiendo la razón.

    Mis dos tierras son muy diferentes aunque ambos tienen un paisaje espectacular con las montañas, los ríos, las selvas y cerros muy verdes donde la gente ha vivido y sobrevivido durante los tiempos históricos. Con una fuerza grande y mucha duda (y deuda) siguen cultivando la tierra para mantener su existencia – con varios medios de comunicación y tecnología. Las granjas de mis tierras tienen muchas similitudes. Sería interesante hacer un análisis social histórico, cultural y geográfico para presentar este tema con fotos y ejemplos etnológicos.

    Mi teoría es que varias estructuras socioeconómicas de los países del sur tienen estructuras y problemas hoy como en Noruega hace cien años. El paisaje es otro tema. Según mi opinión desde el punto de vista del viajero actual podríamos con nuevas gafas entender la pintura romántica del paisaje (como género general), su comunicación con los sentimientos del observador, la nostalgia y la identidad individual y nacional. ¿Qué opinan ustedes?

    • Ingerid Grønnevik
      09/03/2016

      Me gustan mucho tus descripciones de dos tierras iguales, pero al mismo tiempo muy diferentes. Tu reflexión en el final es muy interesante, y no es algo que he considerado antes. Yo conozco mi paisaje del alma bien, y veo cosas que he visto toda mi vida. La gente que van hasta allí por primera vez seguramente va a ver el paisaje por otra manera. Para mí, este paisaje es importante porque es un gran parte de mi infancia. Para otros, seguramente hay otras cosas que son bonitos y importantes allí. Quiero viajar i descubrir más lugares, para tener la posibilidad de entender y conocer otros lugares en una manera nueva.

  8. Tamara Dumic
    08/03/2016

    En los momentos cuando la paz parece tan inalcanzable, cuando los ojos se cansan de la invariabilidad que lleva la vida cotidiana, cierro los ojos y allí está: un verde brillante. Es la yerba y los árboles que se extienden a lo largo de todo el paisaje. Están iluminados por el sol, ese tibio sol de las mañanas de verano que quema solo lo suficiente para recordarte que estás vivo. Es algo que fortalece mi energía y enamoramiento de la vida. Los árboles son largos y muy finos, que con esta forma dejan espacio para los rayos del sol, dándole al bosque un toque mágico, como si ya no lo tuviera. Los árboles abundan, pero no esconden la vista despejada del cielo azul, casi turquesa por encima del paisaje. Si pudiera dibujar mi alma, usaría los colores alegres y brillantes. Por esa misma razón aquí es donde mi alma se siente lo más cómoda que puede sentirse, justamente por ser uno con la naturaleza que tanto le parece. Esencialmente este es un lugar muy simple, lo contrario de la complejidad innecesaria que tengo como costumbre crear en la vida. Por eso me calma. Me calma su simplicidad y tranquilidad que amansa todas mis inquietudes. Me calma el silencio que domina, dejándome disfrutar la belleza de la existencia.
    Abrir los ojos y volver a “la realidad” no me hace sentir incomoda, sino feliz porque el paisaje preferido lo llevo conmigo.

    • Cecilia Aedo
      08/03/2016

      Que linda descripción has hecho, mientras leía me imaginaba todo lo que escribiste, grandes árboles por los cuales se filtran los rayos del sol durante la mañana, y si levantas más la vista te encuentras con un hermoso cielo despejado de nubes. ¡Me has hecho ver el paisaje que llevas dentro de tu alma! Y al volver a la «realidad», me siento en paz conmigo misma.
      Encuentro increíble que a través de unas pocas palabras seamos capaces de introducir imágenes en la mente de otra persona, es algo fantástico, ¿no crees?

    • Helene Grannes
      08/03/2016

      Me ha gustado mucho tu idea de que llevamos «el paisaje de nuestra alma» con nosotros. (Y me ha gustado tu voz de autor (writing-voice)) Mi experiencia es que llevo mis manias, idioteces y hábitos mentales vaya donde vaya, pero en un paseo imaginado en la naturaleza (como enfoque de la meditación) me deja con la respiracion mas honda. Pensandolo, no tiene necesariamente que ser un paisaje: una galeria una mañana tranquila, tomando café al lado de una ventana cuando llueve…¿Tienes esa experiencia tambien? ¿Que muchas veces hay mas trenquilidad en la imaginacion que estando alli?

      • Sven Tore Relling
        09/03/2016

        Estoy de acuerdo con ustedes. Este concepto de blog es un método genial de autoevaluación que también podemos utilizar si trabajaremos como profesores de español en el futuro. También funcionaría bien en otras materias.

    • Cecilia Mogollon
      10/03/2016

      Qué inspiración y hermoso que describes a tu «paisaje del alma», Tamara. Me identifico con los verdes árboles, aparte de la paz interior que te dan, y también ese olorcito tan rico y sano. Me gusta también que lo describes como un lugar tan simple, al mismo tiempo tan mágicos. La verdura de los árboles me da una sensación tan especial a mí también, y me hace disfrutar a la naturaleza tal y como es!

    • Marcus
      10/03/2016

      Cuando estaba leyendo tus descripciones de este paisaje fantástico, hecho lo mismo que describes – cerraba mis ojos para ver con claridad esta pintura de tu alma. Creo que es muy importante tener un lugar como el tuyo – un lugar que a pesar de su simplicidad, es majestuoso. No solamente para encontrar paz en una vida frenética, pero también para cuidar sí mismo.

  9. Celine Andersen
    08/03/2016

    Ahora estoy pensando de mi paisaje de alma, y en serio, es muy difícil elegir un paisaje de alma. Me gusta el nieve, me gusta las montañas bonitas, me gusta el mar y el viento del mar con el olor fresco de la sal. Para mi hay muchas lugares que pueden ser «mi paisaje de alma», porque he visitado muchos países y lugares diferentes. He visitado lugares que me han dado unas gran impresiones, pero el paisaje que me gusta mas esta en una isla muy bonita en el atlántico, cerca del Africa. Esta es la isla donde vivía cuando tenía doce a 16 años.

    La isla es muy bonita con muchos lugares bonitos. En la isla hay muchas playas, muchas montañas y un desierto. El desierto esta en el sur de la isla, y también esta cerca del mar. En el desierto hay arena con un color como naranja, y la arena es siempre muy caliente. No hay arboles o plantas y es un lugar tranquilo y hermoso, con valles de arena, no puede ver mas que arena. La arena se mueva en las huelgas de viento. El viento es muy fresco y tiene el olor de sal, el olor del mar, pero no puede ver el mar entre los valles de la arena. Si vas a pocos metros, y si camina unos metros, es posible ver el mar en la parte más alta del desierto. El desierto está muy cerca del mar, y por eso el viento tiene el olor del mar.

    Cuando estoy en la parte más alta del desierto puedo ver el mar y el desierto al mismo tiempo. Puedo ver dos lugares muy iguales, pero también muy diferentes. La arena cerca del mar es mojada, la en el desierto es seca, pero los dos lugares tiene la paz satisfactoria cuando están «juntos». En este parte de Gran Canaria siempre me siento feliz, porque estoy entre dos paisajes. La paz del mar y el silencio del desierto es algo que no puedo describir. Los sonidos de las odas son calmantes, y el viento es refrescante. Cuando estoy en Gran Canaria, siempre tengo que visitar a este lugar, porque, es mi paisaje de alma. Es el lugar que me siento segura y bien, y la vista es muy fabulosa también.

    • Me encanta tu discripción Celine, me hiciste imaginar todo en mi mente. Me imagino que pasar tanto tiempo en Gran Canaria te ha convertido en la persona que sos hoy. Me encantaría ir a conocer esa isla por todo lo que has explicado sobre los paisajes, especialmente lo de estar en el disierto y al mismo tiempo poder estar mirando el mar. ¿Te gustaría volver a vivir allá, o solo volver de visita?

      • Celine Andersen
        08/03/2016

        Gran Canaria es una isla que tiene más que el turismo. Las montañas también son bonitos! Solo quiero volver de visita, porque tengo mi familia en Noruega, y no quiero vivir allí otra vez. Pero tengo muchas memorias buenas de mi tiempo en Gran Canaria!

        PS: Una corrección de mi texto. En esta oración: «Los sonidos de las odas son calmantes, y el viento es refrescante», es las olas, no las odas!

        • Frida Heggelund
          09/03/2016

          ¿Crees que si vivirías allá dejaría de ser el paisaje de tu alma? Estoy pensando que el paisaje del alma es el paisaje del alma porque no es algo que veamos todos los días. Creo que si lo viéramos todos los días dejara de ser algo apreciado como es ahora porque buscamos el lugar cuando queremos verlo y sentirnos bien.

    • Anna Forsstrøm
      08/03/2016

      Entiendo muy bien tus dificultades de elegir solo un paisaje que será tu paisaje de alma, porque en el mundo hay tantas ciudades maravillosas y muchísimos sitios fantásticos. Creo que es muy difícil solo elegir un tipo de paisaje o solo un tipo de clima, porque todos los paisajes y climas tienen unos aspectos especiales que me encantan .

      A mí me gusta más el calor y los paisajes exóticos, pero cuando estoy en las montañas hermosas de Bergen y viendo la vista desde allí, tengo un sentimiento increíble que no puedo describir. Creo que son todas las variedades entre los diferentes tipos de paisaje que me atraen. Es que siempre hay diferencias entre un país a otro, entre una provincia a otra y entre una ciudad a otra, entonces siempre hay algo nuevo de ver o experiencar cuando viajes.

      Por fin quiero decirte que me gusta mucho tu rima al final en tu comentario, ¡qué poeta eres!

    • Laura E. Ross
      10/03/2016

      A mi me gusta tu descripción y me ha dado el impulso para volver a los Islas Canarias. Estuve allí por los vacaciones cuando tenía seis años, entonces no me acuerdo mucho de la isla. Tus descripciones me dieron imagenes muy vívidos en la mente. Es imposible no entender tus sentimientos sobre el paisaje.

      • Laura E. Ross
        10/03/2016

        También se puede decir que es interessante como una isla tan pequeña puede tener paisajes tan diferentes. ¿La naturaleza es maravillosa, no?

        • Celine andersen
          17/03/2016

          La naturaleza es muy maravillosa, sí. Hay muchas paisajes diferentes en la isla, hay montañas con nieve(en el invierno) en el centro de la isla y hay playas bonitas en la costa.

    • Celine andersen
      17/03/2016

      A Frida: Creo que es mi paisaje de alma porque la primera vez que estuvo allí tuve un sentimiento de calma, y esta vez fue en 2006, dos años antes de mi tiempo de vivir en Gran Canaria. Es un lugar que es muy especial para mí, y por eso es mi paisaje de alma, aunque no puedo verlo todo el tiempo. Pero al mismo tiempo, entiendo tu opinión de que es un paisaje del alma.

  10. Maria Luz Crebay
    08/03/2016

    ¿Mi paisaje del alma? La verdad es que el pedido parece estar fundido por dos componentes: uno más bien terrenal: el paisaje concreto. Otro, más bien que deja de ser concreto para volverse mas abstracto quizás: no sólo un paisaje, pero un pasiaje del alma. Al leer las demas descripciones me doy cuenta, de que quizas el primer componente tenga por algun motivo mayor peso a la hora de escribir. Pareciera ser necesaria la descripción detallada de un paisaje majestuoso, o no, de unas montañas o el mar, en fin: un lugar. Ahora bien, yo creo que no existe lugar que podamos describir al cual no tengamos un relación experiencial concreta. Un lugar para mi no es solo un lugar, es un recuerdo que involucra lo que sentí en ese momento específico de mi vida. Mi paisaje del alma son las personas que conocí a lo largo de toda mi vida, en sus lugares y momentos concretos. Son personas como mis 5 hermanos, son personas con las que me senté en una misma aula, son personas que me sonrieron en el tren, son personas que me abrazaron cunado lo necesité son personas que me hicieron sufrir o también una persona que me enamoró. Me gusta pensar en mi pasiaje del alma como aquel «gran recuerdo» donde reúno a todas aquellas personas que pasaron en mi vida. Existen por supuesto lugares en el mundo que me hacen sentir cosas increíbles y pueden pasar los años y quizás no me acuerde exactamente del lugar y necesite buscarlo por internet, pero la verdad es que una persona significativa en mi vida es capaz de hacerme recordar un lugar para siempre. Estos recuerdos no se encuentro en google. Hace ya 3 años que visité Santiago del Estero, una provincia en mi pais, Argentina. La verdad es que el pueblito al que fuimos a ayudar, «Toro pozo», no es nada majestuoso. Ninguna de las descripciones bellas que uno lee de un paisaje memorable encajan aquí. La Tierra es árida, los días infernalmente calurosos, los árboles escasean, pero la gente ellos sí: son inolvidables. Luego de semanas estando alli, nunca habia llovido. La lluvia era uno de los bienes mas preciados para este pueblito que vivía de lo poco que se plantaba. Lo cierto es que cada una de las personas que conocí alli, han quedado en ese paisaje compuesto por caras y sonrisas de todos los tamaños y colores que la vida me regaló. ¿Mi paisaje del alma? Mi última noche en Santiago del Estero en un pueblito llamado Toro Pozo donde la lluvia nos agarró por sopresa y nos acompañó la noche entera.

    • Tamara Dumic
      08/03/2016

      Estoy de acuerdo contigo que el paisaje no tiene que ser un lugar específico, sino cualquier otra imagen que el uno la tiene memorizada, que dejó una gran impresión a uno mismo. Será eso una imagen de la familia, como describes tú, o un lugar, da igual. Lo que es el paisaje del alma es la emoción, el amor que uno siente con solo estar cerca de ese individuo que le hizo sentir tan feliz, estar en un lugar que siempre provoca esa buena sensación.

      • Maria Luz Crebay
        08/03/2016

        Estoy de acuerdo con vos Tamara! Las impresiones, Como vos decis, dejan marcas en uno que lo acompañan para siempre y ese lugar perdura con uno (de alli que digamos que sean paisajes del alma y no paisajes !de revista» o de un cuadro). La memoria es una de esas cosas del ser humano tan misteriosas y tan reales que marcan nuestra identidad porque son impresiones que tambien de alguna forma «elegimos» recordar. Es Como si fuesen hechos que pasados por el tamiz de la conciencia elegimos guardarlos con nosotros para siempre.

    • Laura E. Ross
      10/03/2016

      Me encanta tus descripciones y estoy de acuerdo contigo en que el paisaje de alma no necessita estar un lugar, sino las personas quienes has encontrado durante la vida. Además quiero decir que tu opinión que la gente te hacen capaz de recordar un lugar es importante. Si encontaras una persona del pasado, le te podría dar imagenes del encuentro.

    • Cecilia Mogollon
      10/03/2016

      Me identifico con tu comentario, Luz.Cuando he vuelto a recordar los muchos paisajes de mi alma, siempre había un persona o personas muy queridas conmigo. Definitivamente hay un lugar específico y no necesariamente tiene que ser perfecto o sublime, simplemente que esas personas hacen que ese momento sea bendito e inolvidable. Me encanta mucho cuando dices que cada persona que conoces siempre le deja algo hermoso a ese paisaje, es decir, caras, risas, sonrisas y muchas cosas mágicas.

    • Helen Haanes
      02/04/2016

      Es muy interesante tu perspectiva María Luz, destacando las experiencias personales, la gente, las relaciones y emociones que dan colores y vida a la memoria de un lugar, que sin ningún belleza en si, aun así puede volverse un paisaje de alma. Me emociona tu descripción de la lluvia…..

  11. Frida Heggelund
    08/03/2016

    El paisaje de mi alma es algo que me hace sentir, calmada, en paz, feliz y completa.

    Mi paisaje del alma es el mar y específicamente el mar de la Isla Arnøya. Ver a las olas que se mueve suevamente sobre el superficie del mar me calma. El sonido que hacen cuando acarician las piedras de la playa me hace sentir en paz. El mar es muy misterioso y por eso lo admiro tanto. Tiene una profundidad que no se puede entender. Tiene una expansión que no se puede ver. Y al final tiene tantos secretos adentro de si mismo que no se puede imaginar.

    Las olas pueden ser enormes como montañas y de repente pueden desaparecer como que el mar esta cambiando el humor. Desde el invierno hasta el verano el mar cambia su color. De un azul serio y mugriento hacia un azul brillante que me invita a bañar. El mar es bastante complejo. En un lado lo amo y al otro le tengo miedo. Me puede hacer sentir muy feliz pero al mismo tiempo puede quitarme lo que más me ama. Es por eso, su complejidad y sus misterios, que me siento completa y lo amo tanto.

    • Helene Grannes
      08/03/2016

      El mar es fascinante, ¿verdad? (Y me encanta la idea de que en algun momento de nuestra evolución «reciente» estuvimos vivendo en el.) Nos da de comer, y proporciona un sinfin de posibles juegos pero tambien es mortal, misterioso, peligroso. Se puede decir lo mismo de las montañas pero son mas exploradas con mapas, mejores rutas y kiosco de bebidas y postales en la salida…

    • Patrick Konopski
      09/03/2016

      El mar queda ser la última cosa que todavía no conocemos por casi nada, aunque cubre 70% de la planeta. El miedo por lo desconocido es algo que un gran parte de los humanos tiene en común, y podría ser que le amos por su natura místicamente inteligible y aterradora. Pero dirías que «mar es mar»? Es decir, te amarías el mar en Noruega tanto o igualmente como el mar en España, o tienes algunos condiciones que necesitan ser satisfechos para amarlo?

      • Frida Heggelund
        09/03/2016

        Para mi mar no es mar. En una manera es el mismo agua pero no es el mismo ambiente. Además viven diferente animales, pescados y plantes en diferente partes del mar del mundo. La temperatura también es muy diferente en Tromsø que en el caribe. Si «conozco» el mar de Tromsø entonces no significa que conozco el mar fuera de México. ¿Cuáles son tus opiniones sobre el tema?

    • Felipe E. Sepulveda
      10/03/2016

      Como tú dices el mar es bastante complejo, pero a la vez es lo más grande que existe en la tierra, que ocupa las tres cuartas partes de esta, y es una de las principales fuentes de alimentación de la humanidad, por eso se gana doblemente su hermosura.
      Cuando llega el verano casi todo el mundo piensa en la playa, como punto de vacaciones junto con un mar azulado, arenas amarillentas y un buen jugo de piña ¡ay que rico!

    • Helen Haanes
      02/04/2016

      El mar impredecible como tu lo describes, con todos su temperamentos, su belleza, furor, jocosidad da asociaciones a la complejidad de la vida y todo el registro de sentimientos y reacciones humanos. Parece muy natural que metáforas sobre la vida y los sentimientos humanos frecuentemente hacen referencia al mar. Por ejemplo: Estar sin rumbo ..ir a la deriva…..ir a contraviento…. ola de amor…ola de remordimiento ….en lo más profundo de mi corazón…. hundirse en la melancolía etc. El mar es como un reflejo de nosotros mismos.

  12. Helene Grannes
    08/03/2016

    La gaviota canta, gritando su desafio al mundo, y luego se pone cómoda. Esta sentada a pocos metros de mi, sobre una roca particularmente grande. Parece estar disfrutando de sus vistas alli arriba, inalcanzable, sola, hasta que quizas llegue otra y le rompe la soledad.

    Mi roca no es tan majestuosa. Tiene el tamaño justo para poder treparla sola y sin perder la dignidad a la bajada. Si es que bajaré. El abrigo hace su trabajo y la superficie rugosa de mi asiento ha almacenado la memoria de dias soleadas. Hierbas crecen en las arrugas rocosas, aparentemente sin fuentes de nutrición mas allá del agua. Me parece una idea fascinante y me pierdo siguiendo corrientes de ideas que van de un lado a otro. Logro sacar cabeza un momento.

    Mi vecina esta limpiandose el plumaje. Meto las manos bajo los sobacos.

    El agua esta tranquilo. Esta durmiendo bajo las nubes, reflejando todo alrededor sin crear nada nuevo. Lo único que avisa de lo que puede haber más allá del horizonte son las caricias en mi cara con olor a sal, pescado podrido y profundidades inimaginables.

    Me encuentro sumergida de nuevo, siguiendo la sombra de un pez plateado al silencio profundo y oscuro. Espero que aun sea de dia cuando vuelvo.

  13. Jack Farsund
    09/03/2016

    Cuando empecé pensando sobre “mi paisaje del alma”, pensé en todos los lugares del mundo en que he viajado. Las playas del sudeste de Asia, las montañas y fiordos en Noruega, el lugar en que nació. También pensé del sabor de distintas comidas, el olor de piel bronceado y la sensación de comer la comida de mi madre por la primera vez en meses. Pero de repente me di cuenta de que mi paisaje del alma es la cuidad en que vivo ahora. La sensación de volver a mi apartamento después de un viaje y dormir en mi propia cama. El sonido del tranvía fuera de la ventana en la mañana. El aire frio que golpea mi cara durante el invierno. La sensación de disfrutar el primer día del año en el parque, pero al darse cuenta que no es verano todavía. Caminar hasta mi casa en medio de la carretera durante las primeras horas de la madrugada.
    Todas estas cosas son parte de mi vida cotidiana, cosas que casi nunca me reflexiona sobre. Pero todavía son las cosas que me da un sentimiento de tranquilidad y felicidad. Una persona muy sabia dijo una vez que son las pequeñas cosas de la vida que importa, y por eso, mi paisaje del alma es Oslo.

    • Sebastian Kestilæ Berg
      09/03/2016

      ¡Escribes hermosamente, Jack! Y estoy acuerdo contigo. El ambiente en Oslo tiene su propio encanto, y es muy fácil adorarlo. Sino, yo tengo una pregunta. ¿Cuando tienes ocio, es Oslo el lugar donde prefieres relajarte? Creo que yo necesito a viajar una cierta distancia fuera el núcleo de la ciudad para relajar.

      • Jack Farsund
        09/03/2016

        Gracias por su respuesta, Sebastian. Entiendo tus sentimientos, especialmente porque tú eres de un lugar más cerca de la naturaleza. Pero a mí, el núcleo de la cuidad es lo que me encanta más que todo. Pero si nunca podría viajar a otros lugares, creo que mis sentimientos de la cuidad cambiaría.

    • Juan Villmo
      10/03/2016

      Esta es una descripción fenomenal, Jack. Me gusta que empieces con la lejanía. Eso me da cuenta sobre viajar, ver nuevos lugares y conocer lo desconocido, cosas que me gustan mucho. Sin embargo,en escribir sobre la Noruega me llevás en un viaje al conocido, la ciudad donde se vive ahora y que se conoce bien. Entonces, empezás con la lejanía, y volvés a lo proximo y lo conocido. ¡Que lindo!

    • Kesia Hauklien
      10/03/2016

      Escribes muy bien! Yo también creo que el paisaje del alma pueden ser varios lugares o muchas cosas diferentes. Como has escrito, las playas de Asia, las montañas y fiordos, comidas y olores, todo tiene algo que ver con las memorias que tenemos y lo que nos hace sentir felizes.

    • Saul Cue
      10/03/2016

      Lo urbano parece estar en inferioridad numérica pero es tan perfectamente válido y bello como cualquier paisaje salvaje.

      Me reconozco en la mirada de Jack, y comparto el placer familiar del ronquido sordo del tráfico como presencia tranquilizadora, como esa voz que nos dice que todo sigue ahí, funcionando, por y para nosotros.

      • Lena
        11/03/2016

        En toda la discusión de este blog, veo que para muchos el paisaje del alma tiene una relación muy fuerte con el lugar de infancia, con el entorno habitual, o bien, con el sitio donde uno se siente como en casa.
        Y es verdad que eso puede ser un entorno urbano al igual que un entorno rural. Por eso comparto tu punto de vista, Saul.

        Yo soy una «niña del campo» y por eso tardé mucho tiempo en reconocer la belleza de las ciudades grandes. Pero cuanto más tiempo pasaba en una ciudad, más las consideraba como mi entorno habitual.
        Lo mismo comparto sobre la capital de Noruega. Es un lugar para adaptarse rápidamente y sentirse cómoda después de corto tiempo.

  14. Irene
    09/03/2016

    Los paisajes de mi alma son muchos.

    Por un lado siento el calor agradable del viento sur y el sonido de las olas que rompen contra la orilla en la playa de la concha. Mis ojos disfrutan mientras miran hacia el monte Urgul y el monte Igueldo. Este paisaje no sólo es mío. También es el paisaje del alma de mi madre. El lugar donde ella nació y vivió con su familia durante tantos años. El paisaje que ella echa de menos durante los largos fríos y oscuros inviernos noruegos. El paisaje que ella abandonó para poder estar con su gran amor.

    Por otro lado siento el viento frío y la blanca nieve que cae despacito. Mis ojos disfrutan mientras miran hacia las montañas, el fiordo, los lagos y el bosque profundo que parece ser infinito. Este paisaje no sólo es mío. También es el paisaje del alma de mi padre. El lugar donde el ha nacido y vivido durante toda su vida. Me encanta vivir en un país donde se notan y se sienten los cambios que traen las cuatro estaciones del año. Las estaciones son como la vida; algunas vezes sólo vemos las flores y el cielo azul que no oscurece nunca. Otras vezes sólo nos fijamos en la oscuridad y el viento frío que atraviesa la piel.

    El paisaje de mi alma no sólo es variado por lo que veo, sino también por el ambiente que siento mientras lo observo. Por un lado siento la atmósfera en los bares de la parte vieja. Pintxos deliciosos y la energía que se nota en las voces bascas. Por otro lado siento la tranquilidad en las voces noruegas y también la tranquilidad que conlleva el paisaje majestuoso de Noruega.

    El paisaje de mi alma contiene imágenes muy diferentes. Lo considero una ventaja porque me ha enseñado a encontrar y descubrir la belleza en todo. El blanco invierno es precioso, pero el sol caliente que se mete por detrás del mar también lo es.

    • Anne Utgård
      09/03/2016

      Este es un texto muy hermoso. Tu suenas como una poeta. Me gusta el comparación entre los paisajes y tu familia, y tu vida. Y estoy de acuerdo que ambas la nieve y el sol son preciosos, y que Noruega es un país donde los cuatro estaciones del año realmente aparecen. He visto fotos del monte Urgul y el monte Igueldo en Google. Parece muy bonito allí!

    • Juan Villmo
      10/03/2016

      !Que bien texto Irene! Me gusta la manera en la que describís los dos ámbitos diferentes mientras que los unís muy poéticamente. El primero paisaje, de tu madre, me parece muy bonito y me gustaría verlo con mis propios ojos. El segundo, de tu padre, es algo que conozco también y que me encanta. Me parece que vos tengas una alma mezclada de estos paisajes, ?es verdad?

    • Kesia Hauklien
      10/03/2016

      Muy bien escrito Irene. Describes muy bonito como son tus paisajes del alma y como son muy diferentes. Estoy de acuerdo contigo de que se puede tener más que un paisaje del alma y de que pueden ser muchos. Nuestras memorias o raízes tienen mucho que ver con lo que consideramos paisajes del alma y si se puede, como dices, «encontrar la belleza en todo», es mucho más fácil ser feliz.

    • Caroline Ågnes
      10/03/2016

      Estoy de acuerdo contigo, es difícil elegir sólo un paisaje del alma. De hecho, yo también me identifico con varios paisajes bastante distintos. Siendo en parte noruega me identifico con el paisaje montañoso, con fiordos espectaculares y llanuras amplias que te dejan sin palabras cada vez que los miras. Por otro lado, soy también italiana, así que me identifico también con un paisaje más rural, con un clima templado y una mezcla entre lugares con largos campos de agricultura, la frescura de los Alpes y por último ciudades dinámicas y llenas de vida.

  15. Sebastian Kestilæ Berg
    09/03/2016

    Mi paisaje del alma es un pueblo donde he vivido el vasto mayor parte de mi vida, y que es conocida como la capital del condado Finnmark. Creo que usted inmediatamente sabe en que pueblo me refiero, por supuesto, el precioso Vadsø (o que mucha gente dicen; el ombligo del mundo).

    Este paisaje esta situado norte este en Noruego, muy cerca de Finlandia y Rusia y es, con sus pocos habitantes (aproximadamente 6000), un lugar donde se puede relajar.

    En el verano, cuando el cielo está sin nubes, el sol brilla por la noche como en el día, y se puede oler el olor fresco del mar que ha obtenido un color casi verde, está casi totalmente tranquilo y te mira desde el puerto, me siento completamente libre y relajado.

    Sino no es únicamente en el verano Vadsø es hermoso. Mucha gente probablemente quieren decir que el pueblo es en su más bello en el invierno. Cuando el paisaje está cubierto de nieve y oscuridad, los renos vagan libremente por las calles y el viento frío deja cristales de nieve en sus pelos de la nariz, me siento como en casa.

    A pesar de que el tiempo unos veces puede ser un poco fresco, la naturaleza en Finnmark y especialmente en Vadsø me da una sensación de calentamiento incluso en los horas más frías.

    • Jack Farsund
      09/03/2016

      Nunca he ido al norte de Noruega, y tu texto me da el impulso de ir. Tus palabras hace que suene como me imaginaba. Es verdad que los renos vagan libremente en las calles? Eso me suena como una película de navidad. Si puedo ir allá alguna vez en el futuro, voy a pensar sobre ti, pero si los renos no vagan libremente en las calles voy a estar decepcionado.

      • Sebastian Kestilæ Berg
        09/03/2016

        ¡Qué bueno que mi texto te dio un impulso a viajar allá! Los renos vagan libremente todo el tiempo (sino no en el otoño cuando vayan a ser sacrificadas) y muchas veces les llevan a las calles. Espero que tu viajarás a Vadsø alguna vez en el futuro.

      • Anne Utgård
        09/03/2016

        También voy a estar decepcionado si los renos no aparecen en las calles 😉 Pero sin embargo, este lugar parece muy hermoso. Pienso en la película «Frozen» cuando leo tus descripciones. He estado solamente tres dias en el norte (Tromsø), pero nunca en Finnmark. Si Vadsø es tan hermoso como Tromsø, tengo que visitar en el futuro. Entonces voy a dormir bajo las estrellas, porque quiero ver la Aurora polar (?). (No sé si es el nombre correcto)

        • Alvi
          10/03/2016

          Aurora boreal. Yo la vi el fin de semana pasado en Tromsø 🙂

    • Guro Nystad
      11/03/2016

      A mí me interesa el amor que tienen los noruegos del norte por el invierno que a veces implica un frío casi insoportable y una oscuridad total. En el sur del país tenemos la tendencia de quejarnos sobre un invierno que solamente dura unos meses.

      Aunque a veces haya un frío increíble en el norte, el paisaje es fabuloso, casi como en un sueño. Y después de un largo invierno surge un verano corto. No creo que haya ningún noruego que disfruta el verano como Ustedes. ¡Qué maravilla es tener sol las 24 horas!

    • Sigrid Teige
      11/03/2016

      Nunca estuve tan norte en Noruega, y me imagino que es increíble bello ahí durante el verano como en el invierno. Creo que no pude vivir ahí porque no ando bien con el frío, pero me gustaría tanto ir a ver como es el norte, porque en mis sueños el norte es un paraíso.

  16. Anne Utgård
    09/03/2016

    Para mí no es difícil elegir un paisaje de mi alma. Este video muestra el paisaje en el oeste de Noruega, donde crecí. Cuando era joven tenía el azul mar y las altas montañas justo afuera de mi ventana.

    Ahora vivo en Oslo. Aquí el paisaje está marcado por altos edificios, coches y muchas personas. Las consecuencias son a menudo estrés y polución. El paisaje de mi alma es un paisaje tranquilo y silencioso, con el sonido del mar y el viento, en lugar del tráfico y la gente. Extraño la paz y el silencio. Cuando escucho el viento, la lluvia, las olas y las pájaros, yo estoy en mi elemento correcto. Entonces tengo paz en mi alma.

    También soy religiosa, y las altas montañas y el mar misterioso que me rodea, me recuerda que tiene que haber algo entre el cielo y la tierra. Me siento pequeña, pero el majestuoso paisaje puede ser comparado con un ángel de la guarda.
    Un paisaje como este puede ser comparada con mi vida. Mi vida puede ser abrumadora. Mi vida puede ir del sol y cielo azul, a la lluvia y el viento en sólo un segundo. Pero lo más importante; mi vida es muy hermosa!

    • Laura E. Ross
      10/03/2016

      Estoy de acuerdo contigo, que el paisaje del oeste de Noruega es maravilloso. Las montañas son los mejores del mundo en mi opinión. Mi vida ha sido un poco al contrario del tuyo, porque crecí en Bærum, donde hay demasiado gente. La familia de mi madre es de Ålesund y cada año visito allí. Todavía el paisaje me da sentimientos de la riqueza de naturaleza y la gratitude que vivo en un país como esto.

    • Kesia Hauklien
      10/03/2016

      Muy bien escrito! Estoy de acuerdo contigo, el paisaje del oeste de Noruega es muy especial y precioso. Creo que hay mucha gente en Noruega que siente lo mismo. Las montañas altas y los fiordos son maravillosos y también dramáticos y, como dices, nos hacen sentir pequeños y quizás también humildes.

    • Juan Villmo
      10/03/2016

      También estoy de acuerdo en que el oeste de Noruega es bonito. El video que has puesto describe bien lo que extrañás, me parece. Los imagenes pueden decir más que pueden las palabras, y es una buena manera de describir lo extrañado. Pero, ¿pensás que el paisaje del Noruega oeste siempre es mejor que el paisaje de Oslo? ¿Hay algo distinto que Oslo puede ofrecer, entonces?

    • Sigrid Teige
      10/03/2016

      Tengo que decir que estoy muy de acuerdo contigo. Soy de Nordmøre, y el tiempo y el paisaje ahí es muy parecido de Sunnmøre. También fui mil veces a Sunnmøre porque mi mamá es de ahí. Cada vez que voy por allá me enamoro con el lugar y el paisaje con el mar y las montañas. Es parecido a Nordmøre, pero al mismo tiempo es diferente.

    • Sven Tore Relling
      10/03/2016
      • Alvi
        10/03/2016

        Montañas como paisaje de la libertad para algunas comunidades hispanas. ¿También la comunidad Noruega asocia sus montañas y fiordos a la idea de libertad social, además de individual?

        • Guro Nystad
          10/03/2016

          Yo creo que la idea de libertad social que puede tener las montañas y los fiordos es muy aparente en la Noruega después de que nos liberamos de los suecos en 1905. Surgía un nacionalismo muy fuerte que quería resaltar la imagen de un país independiente con una cultura folclórica muy rica y una naturaleza propia del país.

          La naturaleza siempre ha jugado un papel muy importante en los cuentos populares y en la comercialización de Noruega como un país con montañas majestuosas y fiordos bonitos.

  17. Laura E. Ross
    10/03/2016

    El paisaje del alma para mi contiene los recuerdos del niñes del lugae donde vivía durante 17 años. Era un sitio cerca de la capital, sin embargo un valle bonito y tranquilo. Crecí rodeado de la naturaleza, sin el ruido de la ciudad. Cada verano todos los niños del barrio estábamos fuera en el bosque jugando y explorando. No creo que sea ningun día que no lo pasábamos juntos.
    Son los recuerdos más queridos, del niñes con todos los amigos jugando y especialmente de los días largos, en los que el anochecer ocurre en la mitad de la noche. Si quisiera experimentar el anochecer, tendría que pasar la noche dormiendo en una tienda. Así, con amigos, podría disfrutar la naturaleza y el aire fresco.
    Afortudanamente el verano no era la única temporada en la que pasaba los días con amigos. También el invierno era importante, por la pista de esquí 100 metros de la casa. Cuando el mundo era cubierto de nieve, en mí opinion no creo que hubiera ningúna actividad más divertida que esquiar. Si hubiese el nieve, todos tendrían que disfrutarlo, no solo para esquiar, sino para hacer muñecas de nieve y cuevas en la nieve. Pasaba los inviernos haciendo las actividades normales para niños.
    En conclusión, el paisaje del alma para mi son los recuerdos del niñes, los días pasando con los amigos (los que todavía son mis amigos). Aquellos recuerdos y experiencias me han hecho quien soy ahora. Nunca voy a olvidarlos.

    • Caroline Ågnes
      10/03/2016

      Me gustó mucho la descripción de tu paisaje del alma. Leyendo lo que has escrito llegué a pensar en algunos momentos similares que me acuerdo de mi infancia. De hecho, cuando era pequeña yo también vivía sólo algunos minutos de las pistas de esquí y durante el invierno no quería otro que divertirme con mi familia y amigas esquiando o admirando la naturaleza maravillosa que tenemos aquí en Noruega. Como dices tú, son recuerdos que nunca se pueden olvidar!

    • Fernanda Wilhelmsen
      10/03/2016

      Al igual que tú, mi paisaje del alma se remonta a mi niñez y aunque yo no tenía nieve, si tenía amigos que venían a jugar conmigo, especialmente durante las largas tardes calurosas del verano.
      Creo que una de las cosas que más nos marcan son las maravillosas experiencias inocentes vividas con los amigos de la infancia, éstas nunca se olvidan.

  18. Juan Villmo
    10/03/2016

    Para mí, el paisaje del alma sería compartido entre dos paisajes distintos, se podría decir opuestos.
    El primero, cuando me siento tranquilísimo, es una playa con arena blanca y fina, sin rocas y otra gente. Un lugar donde estoy solo con mis propios pensamientos y sin distraciones. Ahí estoy feliz y no siento el mal del mundo . Sentir la arena en los dedos de los pies, y oír la mar mientras que las olas vienen a estrellarse en la costa. Eso es el paisaje del alma.

    El otro paisaje en el que pensé son las llanuras de las montañas noruegas, que son completamente silenciosos, rodeados de cimas de las montañas. Ahí se puede sentir en paz; se puede ver todas estas cimas, medio cubiertos de nieve y árboles blancis dormidos. En el horizonte se pone el sol en un cielo rosado entre las nubes. En este paisaje me siento en paz. Me siento tranquilo. Me siento feliz.

    • Fernanda Wilhelmsen
      10/03/2016

      En tus paisajes del alma tú te encuentras en dos lugares diferentes, pero en ambos te encuentras completamente solo. Tus compañeros son los elementos de la naturaleza, algo que me gusta, pero a la vez me causa tristeza. Quizás es porque en mi paisaje del alma me veo rodeada de personas y eso me gusta. Es completamente respetable querer estar solo, pero ¿no te gustaría estar en ese paisaje del alma con otra(s) persona(s)?

  19. elisehammari
    10/03/2016

    Imagínate montañas altas, fuertes y bruscas. Montañas que nacen del mar y crecen hasta el cielo donde tocan las nubes. Son como gigantes imparables. Desafiarlas si quieres, subirlas si puedes. Bajo estas montañas nací, ahí crecí, y ahí mi alma encuentra la paz. Las montañas de mi hogar en el norte son las que mejor representan mi paisaje del alma.

    A veces totalmente cubradas por nieve, blancas como papel, listas para ser pintadas por el sol – el sol que no está. Estos papeles blancos se vuelven negros por meses y meses, los meses del invierno cuando nunca nace el sol. Estos meses cuando todo pierda su color…

    Dije que pierda su color? Mentira. Por unas pocas horas cada día las montañas reflejan en la nieve la única luz que hay. Una luz azul, corriendo por la nieve y que me sustituyen el sol que no veo. Colores fuertes bailando en las montañas, se mezclan con la luz del norte, y honestamente no creo que existe nada más hermoso en todo el mundo. “El sol se ha ido, pero nosotras nunca nos vamos de aquí”, como un consuelo de rocas que me deja seguir respirando. Sí, lo dije, rocas que me deja seguir respirando. Para muchos de los que odian la época de oscuridad esta claro que las montañas son las que les quitan la luz. Yo no las veo así.

    Las veo como son – grandes y poderosas. Montañas que me miren y que siempre han visto de todo. Han visto el sol cuando nace, subiendo poco a poco, pintando la nieve, el cielo y las nubes en colores amarillas, indigos, naranjas y verdes. Los primeros segundos de sol después de meses sin verlo, segundos que cada día se acercan a minutos y horas.

    La nieve en la montaña bebe la luz y lo guarda, como si se ha olvidado de que el sol se va a quedar por meses. Bebe la luz hasta que el hielo se derrite y se vuelve a un río que baja las montañas corriendo. Las montañas se vuelven morenas y verdes, sus rocas se presentan de nuevo. Los arboles intentan subir la montaña hasta que la altura no les deja crecer más. Al final la cima de la montaña se queda sola, apuntada, desnuda y totalmente invencible. «Te dije, nosotras nunca nos vamos de aquí».

    Nada puede superar la vista que me encuentra ahí. Los gigantes sonriendo cuando bajo hacía mi pueblo, donde todos vivimos abajo del sol, arriba del mar, cuidados por las montañas que nunca nos dejará.

    • Simon Aasheim
      16/03/2016

      Tu forma de describir la naturaleza del norte me da muchísimas ganas para ir ya. Siempre he querido visitar tu parte del país y ver como la naturaleza puede ser tu amigo y el enemigo en el mismo tiempo. También, cuando hablas de «la hora azul» me da recuerdas de mi infancia y las navidades cuando miramos «jul i blåfjell».

  20. Kesia Hauklien
    10/03/2016

    Para mí es muy difícil elegir solamente un paisaje del alma porque creo que los paisajes del alma pueden ser muchas cosas o varios lugares. A mí me gusta mucho el paisaje de Lillehammer, donde nací y todavía vivo. Me gusta ver el lago y las colinas porque me dan un sentimiento de calma y paz. También me siento tranquila y feliz si estoy en el bosque caminando en la primavera, cuando todo lo que parecía muerto, se despierta. Para mi, un paisaje del alma es un lugar donde me siento relajada y donde es posible cerrar los ojos y pensar en algo que me hace feliz.

    Creo que que es posible tener más que un paisaje del alma porque tienen mucho que ver con nuestras memorias. Las memorias que tenemos son muchas veces conectadas con lugares específicos, por ejemplo un sitio que hemos visitado en un viaje o un día que hemos pasado con la familia o con amigos en un jardín o una casa o cualquier lugar. También pueden ser memorias de un lugar de la infancia o de algo especial que nos ha pasado en la vida, y cuando regresamos a este lugar, nos hace pensar en las lindas memorias que tenemos y por eso sentimos que es un paisaje del alma.

    • Felipe E. Sepulveda
      10/03/2016

      Yo estoy de acuerdo contigo, el paisaje del alma es lugar que te hace sentir bien. Y que además se puede dar en cualquier lugar que te encuentres tú. Por ejemplo los lugares que te dejan un recuerdo inolvidable que te dejan huellas para siempre se puede decir que es un paisaje del alma.

  21. Marcus
    10/03/2016

    En el paisaje de mi alma, hay una siempre presente sensación de contentamiento. Cuando te levantas a la canción de las aves de la costa y el olor del mar, puedes tomar un aliento profundo, y olvidar tus preocupaciones. El sol del verano emite un brillo cálido sobre los acantilados de granito, bañando ambos los humanos y la naturaleza con sus rayos benevolentes. La costa, a pesar de ser poblada, mantiene una imagen muy natural, ya que los habitantes se tienen cuidados para preservar su belleza.

    El archipiélago al lado de la costa es una cosa estupenda – miles de islas de granito que para cientos años han perdurado la erosión constante de las olas del mar. Esta guerra eterna entre el mar y la tierra significa mucho. Es una metáfora de la vida – la lucha para sobrevivir, y superar las fuerzas que te opones para lograr algo importante para ti mismo. Esencialmente, este paisaje de mi alma es un lugar donde piensas sobre las cosas más espirituales. Cuando estoy velando en mi pequeño velero, me siento como si todo el mar y la costa es mi campo de juegos.

    Así, cuando sales de mi casa en este paisaje, no sales con la ansiedad que sentimos en la vida diaria. Hay solamente esto contentamiento, esta satisfacción con la vida presente donde cada día es algo de disfrutar. Es un sentimiento que deseo que todo el mundo pueda compartir.

    • Caroline Ågnes
      10/03/2016

      Me gusta como has expresado tu paisaje del alma, describiéndolo de manera tan rica que me parece casi como si hubiera estado allí yo misma. Estoy de acuerdo contigo, no hay mejor lugar que el sitio donde puedes vivir en tranquilidad y sin preocupación alguna. Cada año espero con interés los días cálidos del verano donde puedo descansar y pasar tardes enteras escuchando las canciones de las aves y las olas golpeando la orilla del mar. Nunca había pensado que este simple acto de la natura, ósea la erosión de las olas del mar que describiste, pudiera ser una metáfora de la vida, pero es verdad – se puede perfectamente ver como la innumerable cantidad de posibilidades que la vida nos ofrece y no importa si fallamos porque, como las olas que regresan, nosotros también tenemos unas segundas oportunidades para volver a intentarlo y hacerlo bien.

  22. Sigrid Teige
    10/03/2016

    Cuando pienso en «mí paisaje del alma» pienso en dos lugares totalmente diferente. Uno de los lugares tiene un paisaje del mar, de acantilados y montañas. Es el cuidad donde tuve toda mi infancia y se encuentra en la costa oeste de Noruega y consiste de cuatro islas, unas grandes y unas pequeños. El mar ahí está casi nunca tranquilo y hay olas grandes salpicando contra los acantilados costeros con mucha fuerza y la mayoría del tiempo son muy peligrosos. Con todo esto y el aire fresco del mar que golpea la cara, las gaviotas gritando y otros pájaros cantando se siente calmada y con mucha vida. Es un lugar perfecto para reflexionar y sentir bien la vida.

    El otro lugar que tiene «mi paisaje del alma» esta en el otro lado del mundo donde viví un año, en un pequeño pueblito del norte de argentina que se llama Puerto Montecarlo y que compone de selva, montañas, un río hermoso, mucha tierra roja y una humedad extrema. Por la selva allá hay muchas diferentes flores coloridas, mariposas hermosas y bichitos con sonidos únicos, Con todo esto y, además, la tierra roja, es un paraíso maravilloso con mucho por explorar y ver. Hay algo nuevo cada mes allá, como flores y bichitos, así que nunca se queda sin encontrar algo nuevo. Es un lugar para desconectar todo y estar en el momento.

    Estos dos lugares y paisajes son totalmente distintos pero ambos son mis paisajes del alma. Es donde yo puedo ser yo mismo, donde me siento 100% con vida.

    • Simon Aasheim
      17/03/2016

      Describes muy bien a tus paisajes de alma. Creo que es muy normal tener varios, como para mi las montañas de una región y la ciudad de Oslo. Ambos lugares tienen algo de especial, una parte de tu corazón. Es donde la gente importante de tu vida vive y donde has crecido como persona. Quizás es una pregunta un poco tonta con una respuesta obvia; deseas volver a Argentina? Quieres vivir allí en el futuro durante unos años?

  23. Saul Cue
    10/03/2016

    Podría deshacerme, pregunta a pregunta, cuestionando qué es un paisaje del alma hasta llegar a enfrentar la existencia de un lugar que señalar como tal. Preferiría no hacerlo por ahuyentar la nostalgia, por callar ciertas cosas o porque me sé incapaz de nombrar un solo espacio vital. Pero si me obligo a ello, si doblego la voluntad a la necesidad del ejercicio y, sobre todo y pese a todo, si me permito ciertas licencias, podría decir que mi paisaje del alma responde en esencia al ritmo de un cortometraje y no a la estampa perfecta de no sé qué postal.

    Imagino así y por capricho que es la ventanilla de un tren regional la que encuadra ese entorno ideal, un entorno tantas veces vinculado a la niñez, uno que no puedo ni quiero disociar de todo aquello que llegó después. Y acodado en el vagón, como un pasajero más que es y se siente director, veo pasar los valles preñados de niebla y carbón de la infancia a la sombra de unas cada vez más lejanas montañas. Y veo, porque miro, la gran cicatriz que recorre la Asturias postindustrial de aquellos primeros noventa, los de la adolescencia, los cascos azules y las primeras guerras. Recuerdo todo esto como una sucesión vívida de fotogramas, con la nitidez impropia de cualquier experiencia temprana. Recuerdo también la llegada universitaria, las calles del casco viejo de mi muy querida Oviedo, más mía que de Clarín o de Allen. Y casi hacia el final, junto a los créditos, el mar contra San Pedro, Cimadevilla y las gaviotas, girando y girando, colgadas de un cielo siempre gris, como de invierno. Ahí termina España, o al menos ahí termina mi España.

    Si ese no es mi paisaje del alma no lo será nada.

  24. Charlotte Madeleine Olsen
    10/03/2016

    Cuando escucho la frase el paisaje del alma pienso inmediatamente en la infancia. También pienso en el verano, en las vacaciones, en la libertad. Quizás pienso en estas cosas porque los lugares en los que estamos cuando somos niños están son los que nos forman y los recordamos durante toda la vida.
    Mi paisaje de alma es un lugar en Noruega y se llama «Landfalltjern». Es un sitio que está cerca de mi pueblo natal. Es un lago que está en el bosque donde vamos en el verano para nadar.
    Mi recuerdo empieza con una caminata en el bosque, por una colina empinada, el olor del bosque es fuerte allí, los árboles son viejos y grandes, y cuando era una niña las pendientes me parecían muy grandes, pero el premio consiste en que, en cuanto se alcanza el lago, en el medio del bosque, se puede correr al agua, que todo el tiempo está muy fría. ¡Después del paseo, el agua fría es perfecta!
    Enfrente del lago hay hierba, y también una pequeñita playa de arena. En el bosque rodeando del estanque hay muchos arándanos, en el agua hay cangrejos, también puede haber víboras. Y nenúfares, grandes y hermosos. Si es un día con sol, está lleno de gente aquí, entonces los sonidos son muchos: de niños que juegan con la arena, de novios, de jóvenes que juegan a bádminton, y música de los altavoces. Algunas veces son vendedores con helado allí, es el mismo helado que hay en el supermercado, pero allí, el sabor es más fuerte, quizás porque es una sorpresa. Sobre todo es un lugar que a todos se nos gustan,: a los niños, a los padres, a los abuelos, a los jóvenes, realmente a todos. Es un pequeño paraíso dentro el bosque, es mi paisaje del alma.

    • Fernanda Wilhelmsen
      10/03/2016

      Al igual que tu, en mi paisaje del alma me veo rodeada de gente. Me gusta mucho la forma en que describes tan detalladamente el lugar, cuando lo leí sentí que estaba allí. También me gusta como describes el sabor del helado, y ¡es verdad! todo sabe mejor cuando estás cerca de la naturaleza.
      A nadie le gusta el agua fría, pero tu la haces deseable y la llamas el premio al esfuerzo de haber llegado allí. ¡Me encantó!.

      • Charlotte madeleine Olsen
        11/03/2016

        Muchas gracias, Fernanda:) De acuerdo que todas las comidas son mejores cuando los comemos fuera, por qué no comemos fuera todo el tiempo? Jeje 🙂

  25. Cecilia Mogollon
    10/03/2016

    Cuando pensé en mi » paisaje del alma» se me vinieron a la mente muchos lugares especiales, fue increible, al mismo tiempo recuerdo que en estos lugares tan especiales siempre estuve con personas maravillosas. La playa es mi «paisaje del alma». Practicamente cada fin de semana ibamos a la playa con mi familia, por lo tanto, la playa es para mí un lugar sublime, especial, muchos momentos se me vienen a la mente ahora mismo. La playa Punta Sal en Perú es mi » paisaje del alma». Recuerdo cuando estaba acostada en la arena, lo primero que veía era el infinito cielo, con su azul claro, el olor tan especial del mar y ,claro esta, el canto tan dulce de las gaviotas me daba una felicidad y paz única. El sol radiante tostaba mi piel( y me gustaba, porque me quedaba un color marroncito) pero al mismo tiempo era necesario entrar al mar y gozar de su frescura! esa sensación de frescura dentro del mar era bendita y perfecta! que delicia! Crecí y viví con el verano mucho tiempo . La playa de Punta Sal era tan grande, no tenía fin, me gustaba caminar y pensar, pero al mismo tiempo cuando respiraba, respiraba aire puro y rosado. Playita mía, paisaje querido y eterno, en mi corazón te quedarás guardado para siempre. Como dicen muchos : recordar es volver a vivir. He vuelto a recordarte playa querida. Nos vemos pronto!

  26. Caroline Ågnes
    10/03/2016

    Igual como mis compañeros, a mí también me gustaría compartir el paisaje de mi alma. Es un pequeño parque justo afuera del centro histórico de la ciudad donde viví durante un par de años. Precisamente porque se encuentra apenas afuera de la ciudad, hay una combinación perfecta entre la tranquilidad de la naturaleza que lentamente se revitaliza después de un largo invierno, y los ruidos en la distancia del vaivén de los ciudadanos.

    El sol se refleja en el agua de un pequeño arroyo que se encuentra en el centro del parque. Fluye golpeando graciosamente las piedras al fondo del arroyo, mojando así la hierba alrededor todavía seca y amarillenta. Se oye un ladrido ocasional de un perro que persigue a otro, y el débil sonido del las campanas de la iglesia que suenan para llamar a la hora del almuerzo a mediodía. Pero aparte de eso, no hay nada más que un silencio absoluto. Lo que queda es sólo disfrutar del aroma agradable del café que se expande en el aire en los bares que rodean el parque y el dulce olor de las plantas coloradas de la primavera.

    El césped parece como un mar de hierba interrumpido de vez en cuando por algunas manchas de arena y una margarita apenas florecida por aquí y por allá. Acostándose en la sombra de un ciprés con hojas que se agitan por la brisa ligera, es fácil dormirse en unos pocos minutos. Lo que queda en mente, sin embargo, es la imagen de este paisaje tan tierno que parece pintada por la mano de un artista. Esto sí, es mi paisaje del alma – un paisaje que no te deja completamente aislado de la civilización, pero al mismo tiempo te da una sensación de paz y bienestar.

    • Marcus
      10/03/2016

      Ah, cuando leía esto, realizaba que podría escrito una respuesta solamente sobre el café. La escritura tuya me parece como el paisaje que describes – calma, relajada, y con muchas imágenes hermosas. Como he dicho en mi comento propio, me encanta ser cerca de la naturaleza, y aunque tuya paisaje es situado un poco más urbano de lo mío, me siento también muy en paz en esto escenario. ¿Piensas que estos parques como el que te describes tienen un valor diferente comparado con una naturaleza más ‘auténtico’?

    • Bob Dylan
      11/03/2016

      Estas pensando en las pulmones verdes de Madrid? He estado en esta ciudad, y me impresionó los parques que se llaman los “pulmones verdes”.
      Son parques donde se puede RESPIRAR en una ciudad lleno de aire contaminada.

      A mi también me gustan los lugares cerca de las ciudades grandes, donde hay tranquilidad.

  27. Guro Johnsen
    10/03/2016

    Mi paisaje del alma no lo tengo, para mi no lo existe. En mi opinión alma es un concepto religioso, una construcción religiosa que tambien funciona como una construcción ficcional que es parte de la literatura. Es parte de todas las dicotomias que el ser humano usa para categorizar y crear sentido para entender la vida y el mundo. La división entre la religión y lo profano, la cultura y la naturaleza, el hombre y la mujer, el civilizado y el salvaje, la belleza y la fealdad está simplificando lo complicado y construyendo estructura. En mi opinión el mundo es mucho más compleja que esas construcciones. Por eso no quiero escribir sobre mi paisaje del alma sino paisaje de la vida. La naturaleza y los alrededores no son partes importantes de este paisaje.

    Yo me defino como una viajera en la vida viajando por todo el mundo. Mi identidad y personalidad cambia según las circunstancias, los encuentros y conocimientos. Mi paisaje es una mapa del mundo llena de las personas que yo tenía la suerte de cononocer y compartir un momento. Mi mapa consiste de personas con las que crucé una vez; como la niña en la micro entre Valparaíso y Horcón que me ofreció limón y me contaba de su vida. Tengo la suerte de tener muchos momentos memorables en mi vida. Incluso más importante que estos momentos, son las personas que conocí por casualidad, por tomar una decición impulsiva y que ahora son familia y amigos importantes en mi vida. Mi paisaje es construida por las personas en mi vida más que la naturaleza o recuerdos nostálgicos.

    Fuí a los salares de Uyuni, conocí el altiplano, el lago Titicaca, el desierto de Atacama, la cordillera de los Andes, el Cerro Rico de Potosí, subí el volcano de Pucon, fuí a Iguazú. Fuí a los fiordos de Noruega, subí Galdhøpiggen, Kjerag y Preikestolen. Nadé en todos los océanos del mundo. Lo encuentro todo bonito, lindo, hermoso, interesante, pero no me fascina tanto que lo puedo describir si yo fuera poeta. Lo veo, lo disfruto y me voy sin accordar más que he estado en un sitio.

    Yo recuerdo personas, caras y nombres, los momentos con ellos. Todavía recuerdo cada estudiante de mis cursos de educación secundaria, cada nombre, cada cara, cada persona. No necesito que mi paisaje me da nostalgia ni paz, sino que sea tan compleja que la vida.

    • Guro Nystad
      11/03/2016

      Estoy de acuerdo con lo que escribes. Durante mi carrera académica me dí cuenta de esa dicotomía que describes. Por un lado hay los que piensan que lo mejor es poner hechos reales en modelos, y así simplificar la vida para comprenderla. Por el otro hay los que creen que modelos son demasiados simples al momento de describir hechos reales.

      En mi opinión la idea de un alma no existe, aunque hay personas que insisten en que el cuerpo pese 21 gramos menos después de la muerte. Cada persona lleva sus propias experiencias de la vida, y a veces éstas significan más que un paisaje físico.

    • Tika Sofia
      11/03/2016

      Yo también pienso que alma es un concepto y construcción religioso, porque normalmente se habla de alma en un contexto espiritual – de una alma inmortal e incorporal. Pero también creo que es posible definir el alma en un perspectivo filosófica. Por ejemplo yo entendí la pregunta ¿Cual es tu paisaje de alma?, como algo muy filosófico y personal, porque para mi es una pregunta sobre ¿quien es mi yo interno? Además, si ves las definiciones de que alma en noruego (sjel) puede significar sale en el diccionario que alma también puede ser otra palabra que describe a un hombre, un individuo (det var ikke en levende sjel der). ¿estas de acuerdo que en este contexto alma trasciende algo mas que el concepto religioso?

  28. Felipe E. Sepulveda
    10/03/2016

    Mi paisaje del alma es el gran vacío que está afuera de la tierra, el cosmo, con sus planetas y sus estrellas lejanas, que están lleno de misterio y tiene mucho que contarnos.

    La soledad del espacio vacío se refleja en mi alma y en mis sentimientos.

    Desde mi telescopio veo con mis pequeños ojos el espacio infinito, ese espacio que esta mas allá de mi alcance.

    En este uso mi alma con fantasías positivas de diferentes etapas de la vida, de lo que somos y seremos en el futuro como especie humana en este mundo que se llama tierra, en donde vivimos todos, pero que lamentablemente se esta destruyendo por la codicia, el egoísmo y por la desigualdad que existe entre nosotros.

    Por otro lado existe lo positivo de aquellas personas que luchan por vivir en un mundo mejor, sin conflictos ni ataduras aunque esta manera de pensar les sean refutadas por los demás.

    Mi alma se pregunta a la vez porque si nosotros avanzamos en nuevas tecnologías, que nos ayudan para tener una vida mejor, tenemos la mala tendencia de dificultar las relaciones con otra personas, ya que esta como tal nos absorbe y nos hace ser mas tacaños.

    Yo me pregunto ¿seremos los únicos que tenemos el uso de la razón de ser en este planeta que se llama tierra y que se encuentra junto con otros planetas y que además existen otras galaxias mas allá del umbral del sol y que en conjunto forman el universo?

    Yo personalmente pienso que no…

    Mi paisaje del alma desea con todo anhelo que fuéramos libres de todo mal, y que en un futuro no muy lejano podamos vivir en paz y armonía con todos, no hay que olvidar que en si la vida para el humano es muy corta y nunca se sabe cuando llegará el fin.

  29. Fernanda Wilhelmsen
    10/03/2016

    Mi paisaje del alma llega a mi mente de esta forma:

    El golpeteo monótono de metal me despierta, suena como música mal tocada, es como si alguien intentara tocar un instrumento sin saber como se toca y sólo desafina. Es mi vecino, el desabollado.

    Mi perro ladra, esta contento porque los niños de mi pasaje han salido a jugar. Los hijos del desabollador meten sus manos entre los barrotes de mi reja y lo acarician, a él le encanta, entonces me llama con su canto de perro, lo miro y lo saludo desde la venta de mi habitación en el segundo piso de mi casa. Desde allí veo algunas rejas de mis vecinos, desde hace unos meses todos tenemos rejas de metal, son como fortalezas, como escudos plantados alrededor de nuestras casas.

    Mi mejor amigo, quien juega conmigo se llama Jacko. Mi Jacko quiere salir a pasear, me mira y mira hacia al cerro que esta justo al frente de mi casa, allí los almendros todos florecidos me cuentan que la primavera esta aquí, ¡yo me pongo feliz!, bajo las escaleras, busco la llave y abro el candado de la reja que da a la calle, los niños saben que un lindo espectáculo va a comenzar. Mis padres salen conmigo, todos quieren estar en primera fila para ver la función matinal: “mi perro que danza mientras vuela cuesta arriba”. Abro la puerta y mi Jacko sale a correr, sube el cerro a toda velocidad allí el es libre, corre hasta la cima, desde allí ladra como si fuera dueño de toda la villa. Entonces me saluda mientras da vueltas, a gritos lo llamo y baja corriendo. La sensación es tan emocionante que es como si yo fuera montada en su lomo café y corriéramos juntos. Los almendros florecidos se mueven con el viento y él se perfuma con el aroma de sus flores, llega a casa con la lengua afuera, cansado pero feliz, con un olor a primavera que inunda mi pasaje y mi patio. Los niños del desabollador entran a jugar conmigo y mis padres vuelven a poner candado a la reja. Yo estoy contenta porque es primavera y pronto será verano y tendremos muchas tardes tibias para jugar, me siento perfumada de libertad ¡sí, libre! Así como cuando corre mi Jacko mientras danza cuesta arriba.

  30. Håvard Sand
    11/03/2016

    Como la mayoría de mis compañeros he tenido una conexión con la naturaleza de Noruega a través de muchas experiencias. Cuando era niño iba con mi familia por paseos en el bosque en los fines de semanas, y en las montañas en las vacaciones. En la escuela mis maestros me mostraron a las pinturas del nacionalismo romántico del siglo 17. En la tele hay programas que muestra a nuestro paisaje, en “71° Nord”, “Der ingen skulle tru at nokon kunne bu” y muchas más. Anuncios que muestra los fiordos o las auroras boreales como destinaciones para vacaciones.

    Según todo eso la naturaleza debe ser dramática, espectacular, peligrosa, y por eso hermosa. Lo mismo se aplica al clima, muchísima nieve en las montañas y violentas tormentas de la costa.

    Creía que era perfecta, nuestra naturaleza. Pero hallé algo mejor para mí. He descubierto playas largas, clima caliente y la falta de un invierno frio y oscuro. Un mundo donde no se tiene que vestirse con un montón de ropas para no morir de frio. Se puede sentarte en la arena caliente, con una cerveza, y disfrutar las últimas rayas del sol antes que desaparece. Y todavía hace calor, a través de la noche. Eso es mi paraíso.

  31. Lena
    11/03/2016

    Cuando cierro mis ojos y pienso en mi paisaje del alma, veo algo que, con independencia del lugar donde se situa, nos llama la atención por su enorme tamaño, por su altura increíble y por su imperturbabilidad – la montaña, o bien, las montañas.
    Ellas son las que crean el carácter poderoso e asombroso de un paisaje. Por eso me fascinan y me entusiasman. Me fascinan porque hacen que nosotros, los hombres, de repente parecemos más a unos puntos coloreados casi desapareciendo en el paisaje montañoso. Hacen de nosotros unos objetos tan pequeños que en algún momento nos recuerdan a que el mundo no nos pertenece a nosotros, todavía. Todavía no hemos conquistado todo, todavía no sabemos todo. Más bien, somos unos de muchos seres humanos que intentan escalar las cumbres más altas del mundo, totalmente entregadas a la fuerza y al poder de la naturaleza.

    La verdad es que, he tardado más o menos veinte años para encontrar mi paisaje de alma, o tal vez para reconocerla e identificarla como tal. Durante mucho tiempo me intimidaban y me desanimaban esos gigantes de la naturaleza. Lo peor que me podía imaginar, era tener mi casa en uno de estos valles estrechos y profundos donde uno siempre tiene que andar a la caza del sol para no perderse en la oscuridad y en la soledad.

    Pero por casualidad, tuve el privilegio de vivir durante un tiempo en una de las ciudades andinas, rodeada por imponentes volcanes y por los barrancos más profundos del mundo. Cada día las veía y donde sea que andaba las podía observar y me asombraban y me maravillaban. Me encantaban todavía más cuando empecé a explorarlas a pie para experimentarlas de cerca y poder admirar los pequeños detalles. Y cuando andaba en la senda observando las hermosas flores y plantas tiernas y minúsculas, que no dejen de hermosear el paisaje también en las grandes alturas, no podía hacer nada más que detenerme y asombrarme por la belleza de ese paisaje. Me detenía y estaba tan agradecida sabiendo que yo también soy uno de los pequeños puntos coloreados.

  32. Guro Nystad
    11/03/2016

    Caminando por la calle en la gran ciudad de Buenos Aires es donde encuentro un paisaje especial e inolvidable para mí. Recuerdo las expectativas de algo inesperado que tenía al despertarme por las mañanas en esta ciudad. Caminando junto con los paseadores de perros que con diez hasta quince perros en la mano y uno en un cochecito de bebé. Teniendo cuidado de dar un paso equivocado, como sabes que las baldosas rotas de la sera brotan agua sucia por tus pies en cualquier momento y al mismo tiempo uno quiere evitar las cacas de los perros, algo que hace el camino una pista de obstáculos. Estos son los momentos cotidianos de la hermosa vida.

    A diferencia de los paisajes naturales, limpios, frescos, con todos los sonidos y olores naturales, y hasta agradables, son estos los paisajes que guardo en mi mente. Mi mente donde guardo mis paisajes (y no en mi alma) es atraído más a lo antropogénico, ya que estos paisajes son para mí recuerdos nostálgicos y no una obra religiosa que trata de explicar la relación de los sentimientos con el alma.

    Es algo majestuoso el caminar rodeado por rascacielos y amplias avenidas llenas de ruido te hace sentir viva. A veces sientes el poder del tráfico que hace temblar los edificios como un terremoto lo pasara. La contaminación ¡Ah! Ese olor que sabes, que al regresar a la ciudad sabes que estás en casa. La ciudad es joven en energía y atracciones, pero también es oscura y con una larga historia de contarte. Tus ojos no puedan parar de percibir el arte callejero y el teatro en vivo que la gente representa.

    Es solamente por las calles donde uno puede ver con que pasos la sociedad anda. La calle no esconde la verdad, te muestra la prostitución, la pobreza, la contaminación y la tristeza. La ciudad te da varios desafíos y sorpresas a la vuelta de cada esquina. Es lo mágico en lo desconocido, una mezcla de frustración y alegría que me encanta. El ser humano ama la gran ciudad o la odia, y es esa dicotomía que me hace querer conocerla mejor. A veces es la sensación fuerte de vivir a full, y otras veces es el agotamiento total de la vida urbana. Comparto la nostalgia que tenían escritores como Juan Ramón Jiménez, pero creo que él escribía sobre la naturaleza y lo bonito de su país en un tiempo difícil del cual quería alejarse. A diferencia, yo quiero descubrir la verdad, y abrir los ojos para ver el regalo que es la ciudad.

    • Guro Johnsen
      11/03/2016

      Buenas descripciones y contrastes. Me hace recordar de Buenos Aires y otras ciudades que conosco. Ciudades que son consideradas como ciudades feas y ruidosas. Me encantan las ciudades gigantes y sus desorden. Caminar por las calles mirando la vida en una ciudad, conociendo los alrederos, los olores y la gente. Un paisaje interesante de alma creo yo.

      • Bob Dylan
        11/03/2016

        Entonces beberías ir a Hongkong. Es una ciudad que nunca duerme. Allí todo pasa muy rápido. Lo he leído en una guía de viajes.
        A mi me gustan las peliculas de Hollywood que tratan del ambiente parecido de Nueva York. Solamente pensar en esta ciudad me da el actitud festiva!

  33. Victoria Stein
    11/03/2016

    Hay un hogar donde se puede encontrar el paisaje de mi alma.
    En realidad, tengo varios paisajes de mi alma, pero yo creo que el mas importante para mi es la cabina de mi familia que está en el sur de Noruega. Está cabina es el lugar donde pasábamos todos los veranos en mi infancia, donde toda mi familia estaban juntos y quizás los mas importante; donde toda mi familia podría relejarse, disfrutar la naturaleza, el mar, el silencio, y solo hacer las cosas que querían.
    La cabina está un poco lejos de todo y por eso funciona como un lugar secreto donde podríamos dejar el estrés de la vida diario y todas las obligaciones que normalmente son necesarios hacer.

    Pasar el verano en el sur es algo muy popular y común para la gente que normalmente vive en Oslo. En resultado, el numero de habitantes que están en el sur sube mucho. Mucha gente que son del sur están molestos porque la gente de Oslo están ocupando sus playas bonitas. En mi caso, mi madre viene de la ciudad mas cerca la cabina y igualmente yo también nací en este ciudad. Siento que un parte muy importante de mi viene del sur, aunque crecí en Oslo. En realidad estoy muy orgullosa de venir de un hogar tan bonita, las casas de madera siempre están pintada blancas con un techo rojo, cuales son los colores característicos del sur. Yo siempre decía muy conciente a la gente del sur que yo también soy del sur, que tuvimos algo en común.

    Según pasé mucho del tiempo de mi infancia en este hogar, no estoy seguro si tendré la oportunidad de estar tanto tiempo ahí en el futuro. Es raro que la vida adulta ha empezado y que ya no estaremos toda mi familia juntos como antes. Aunque la vida sigue, es bueno que la cabina es un hogar fysico que podíamos visitar. Al final, es un hogar donde toda mi familia pueden disfrutar la alegría, la tranquilidad y la paz y este es algo muy valioso para mi. Todos los veranos que hemos pasado son llena de memorias que nunca olvidaré y que son un parte de mi infancia muy importante.

    • ttn
      13/03/2016

      Muy bonita la imagen va con su familia y la infancia. La vida en la cabina es realmente un vínculo muy fuerte con la naturaleza! Muy interesante también que trae el tema del aumento de la población y el cambio en el ritmo de vida en la edad adulta. Así que pensé demasiado perfecto cuando usted dice: «es bueno que la cabina es un hogar fysico que podíamos visitar.» Es una «paisaje» que se siegue desenvolviendo.
      Nunca pude descansar en una cabaña, pero también tengo recuerdaciones que me hacen bien: el olor de madera quemada, la noche estrellada, el silencio y el hermoso paisaje.

  34. Bob Dylan
    11/03/2016

    Mi paisaje del alma es montañoso. Llena de naturaleza. Llena de impresiones inmensas. Allí vive la filosofía. Allí vive la memoria.

    Las nubes están bailando. El sol te pone alegre. Allí te pudes hacer casos tontos, y nadie te pueda ver. Allí te pueda ver lo existencial.

    Es el paisaje que nunca describió Jean Paul Sartre. El siempre escribió sobre la ciudad. Su filosofía existencialista casi nuca mencionó los animales.

    El silencio de la naturaleza es increíble. Cura el estrés. Los pájaros son los mejores terapeutas del estrés.

    Uno de mis dibujos favoritos es el “Vinternatt i Rondane” de Harald Solberg, pintado en 1914. Los montes de esta pintura son indiferentes a la primera guerra mundial. No parecen estresados. No tienen miedo.

    La naturaleza no sabe nada sobre mis problemas. Esto es lo paciente con la naturaleza.

    Ir al slalom es como volar.
    Yo nunca he visto el «71 grados del Norte». No lo necesito. He vivido este tipo de naturaleza.

    Lo que me gusta sobre la biblia, es su descripción de la naturaleza. En particular el Salmo numero 8, que dice:

    “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
    La luna y las estrellas que tú formaste,
    4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
    Y el hijo del hombre, para que lo visites? “

    • Simon Aasheim
      17/03/2016

      Me identifico con lo que dices, Bob Dylan. Has pensado alguna vez en como es posible para los pintores enamorarse de la naturaleza? Yo tuve una experiencia hace unos años cuando me fui a esquiar de fondo en Telemark. Era todo blanco en mis alrededores y brilló el sol. Andando lentamente por el bosque de pinos y píceas de Noruega tuve una sensación de que al final entiendo como es posible enamorarse de la naturaleza. Es algo fuerte y eterno. Hablando de la Biblia, puedes ir a Génesis donde está escrito cada vez que algo fue creado: «Y vio Dios que era bueno.»

    • Peder B
      20/03/2016

      Bien escrito Bob Dylan, gracias a este texto quiero salir en la natureza. Es verdad lo que dices – la naturaleza es sencillo, silencioso, y terapéutico. Como estudiantes y jovenes en estos dias, todo el tiempo hay móviles y estrés. En realidad, lo que todos debemos hacer, es salir en el bosque, en la montãna, o simplemente en un parque. Dejamos el móvil en casa, y disfrutamos el silencio

    • Bob Dylan
      31/03/2016

      Aqui es la pintura de Harald Sohlberg, de la primera guerra mundial.

  35. ttn
    11/03/2016

    Mi paisaje del alma son las olas del Atlántico, rompiendo en la playa, sus sonidos, el ir y venir, la espuma que luego desapareciendo en la gran mar.mY huir de ellos abrazando la arena en el fundo del mar, esperando pasaren. Siempre hay peligro!
    Mi paisaje del alma es lo que no entiendo, pero puedo sentir. Son las calles de Berlín y sus muchos colores. También, la calle Balcarce en Buenos Aires, que subi y bajé, a menudo para pasar también, pero mucho más para estar en la calle Balcarce que tanto me conmovió – és un sentimiento. La experiencia del sublime!
    Mi paisaje del alma es un río de Asia, cuya frescura y el swing regocijarnos y refrescar aún peores momentos.
    Mi paisaje del alma son algunas pistas de baile, porque cuando se baila se ejercita el alma. Y si desfasen los nudos.
    Mi paisaje del alma está en el pimienta fortísima que quema, ensordece y adormece. Pero cuando no funciona faz llorar.
    Mi paisaje del alma está aún por se descubrir, y hay muchos retornos. Las noches son noches de poco descanso, jubilados cigarrillos. El bohemio.
    Hasta la nieve que cae en la tierra y el olor de la quema de madera en la aire de invierno hacen parte. También todos los baños de luna – luna llena, por supuesto! Bañan tanto las playas como la ciudad de Oslo.
    Todas las piezas de un conjunto de tamaño desconocido.
    O sin tamaño, tal vez,
    pero una búsqueda que tiene fin.

    • Peder B
      20/03/2016

      Qué buen texto! Esto me inspira. Primero, pensé que un paisaje del alma tiene que ver con la infancia, con que lo que via como niño, al crecer. Pero ahora esto feliz de haber leído este texto. Tu tienes razón, un paisaje del alma puede ser en cualquier parte del mundo. No necesariamente tiene que ver con la idea de crecer, los recuerdos de infancia Talvez, se puede descobrir nuevos paisajes del alma durante toda la vida? Me suena lógico. Es una idea fantástica. Todos podemos encontrar nuestros paisajes del alman. Ellos existen, en diferentes lugares en el mundo

  36. Christopher Pinto
    11/03/2016

    AMO, Valparaíso, cuanto encierras,
    y cuanto irradias, novia del océano,
    hasta más lejos de tu nimbo sordo.
    Amo la luz violeta con que acudes
    al marinero en la noche del mar,
    y entonces eres -rosa de azahares-
    luminosa y desnuda, fuego y niebla.

    Esta estrofa del poema «Amo, Valparaíso, cuanto encierras» de Pablo Neruda

    Mi paisaje del alma es un paisaje muy rustico/antiguo, montañoso. La capital del esfuerzo, la pobre…

    que para los chilenos les representa el esfuerzo de la vida. La pobreza y la riqueza de todos los comunitarios. Tras ser nacido y criado acá, igual tras tan solo ver el paisaje y la ciudad me hace llorar de alegría, tristeza

    Al estar en el puerto de mi querido Valparaíso, escuchar ls gaviotas, las mares. Una música en los oídos. Demuestra la libertad y la paz de las personas.

    Un niño pequeño que tras su infancia observa a los Marinos que llegan y se esfuerzan como heroes para poder salir adelante. Hace que uno tenga la ilusión de algún día llegar a ser marino…

    • ttn
      13/03/2016

      Es muy bonita su declaración para Valparaíso; como una sincera homenage a su pueblo fuerte y luchador. El lazo que tienes con el lugar y el afecto que trae de la infancia hacen el puerto más bello. La mezcla de vídeo, texto y poesía vino bien equilibrado y anima al lector. No sé de su país y las imágenes del puerto me dirán la sensacione de invitación – espero un día poder ir a ver de pierto a ese puerto en la costa oeste de América Latina.

  37. Simon Aasheim
    16/03/2016

    Toda mi vida he vivido en la ciudad de Oslo. Aquí, rodeado de hormigón y rascacielos (aunque los edificios de Oslo no son tan altos, son bastante grandes), crecía y aquí he pasado el tiempo libre jugando con mis amigos en las calles de la capital noruega. Entre humo y gentíos corríamos y hacíamos deportes, siempre deseando algo más. No quiero decir que he tenido una infancia mala, sino que la ciudad, por tan bonita que sea, nunca ha sido suficiente para mi. Mi corazón y mi alma siempre han estado divididos entre la ciudad grande y las montañas. Es en las montañas donde experimentaba las aventuras de mi niñez y donde puedo salir del estrés y de las preocupaciones de mi vida ciudadana.

    Cada verano vuelvo a la misma cabaña en las montañas de Buskerud (más específico las montañas de “Ål i Hallingdal”) para trabajar como granjero durante unas semanas. Por las mañanas me despierto a las seis, como un poco y salgo de la casa para recoger las vacas. Cuando salgo de la casa el sol acaba de despertarse, y me saluda con rayos poco calurosos. Me pongo las botas reforzadas y, sólo llevando camiseta por la ayuda del sol, ando hacía la vacada que normalmente se ha alejado de la casa para darme trabajo.

    Andando así, disfrutando la quietud interrumpida sólo por la canción de un pequeño pájaro escondido entre la hierba, es imposible no admirar la vista que tengo enfrente de mí. Montañas, granjas, campos verde y amarillo, pequeños árboles y establos. Todo puesto como en una pintura. Y yo no puedo evitar pensar que si Dios creyó el mundo en seis días, Él utilizó al menos cinco para crear mi paisaje de alma.

  38. Peder B
    20/03/2016

    Es interesante leer las descripciones de la naturaleza de los autores Jiménez y Unamuno. No podemos negar que la naturaleza es una parte importante de la cultura de un país. Sin embargo, por qué es así? La naturaleza no hace mucho. La naturaleza no hace nada. La naturaleza no contribuye a nuestro PBI, no nos dice si somos humanos honestos, no nos enseñamos sobre los valores importantes de la vida.

    La naturaleza sólo está. Y esta es la belleza de la naturaleza. Esta existencia eterna, desde hace millones de años. Siempre ha existido. Y esperamos que será así en el futuro también, a pesar de la actividad humana.

    Mi paisaje del alma, que puede ser? Tengo que decir que la pregunta suena un poco pomposo para mí, pero claro que sí: yo no soy poeta. Y sé que para los poetas cosas grandes y sentimientos fuertes son importantes. Un poeta no puede evitar ser pomposo a veces. Al contrario, un poeta debe ser pomposo. Si el poeta tiene miedo de ser pomposo, no será un buen poeta.

    Sin embargo, para mí lo que puede ser un paisaje del alma, tengo que ser mis recuerdos de la naturaleza hace muchos años, los recuerdos de infancia. En Noruega nos concentramos mucho en paisajes magníficos y extraordinarios. Por supuesto – es lógico, porque tenemos muchos paisajes bellos. Pero para mí, los recuerdos buenos no tienen nada a ver con estas vistas espectáculos. Al contrario: un paisaje del alma puede ser un arból en el jardín, el color del pájaro en el parque, el sonido de una abeja. Como decía el poeta nacional noruego Henrik Wergeland, tenemos que «se det store i det små». Tenemos que ver la grandeza de las cosas pequeñas.

  39. Helen Haanes
    30/03/2016

    Mi paisaje del alma no está donde crecí, en Oslo. Es un paisaje muy distinta del paisaje apacible y ondulante de esa región, con sus lagos tersos y bosques hondos, una naturaleza contemplativa y introvertida, un poco como nosotros que viven aquí.

    Mi paisaje tiene otro ritmo, y un temperamento distinto, en invierno con una oscuridad impermeable a veces con cortinas verdes de aurora boreal bailando en el aire, y en verano con una luz incesante y sugerente que roba el gana de dormir y hacen a la gente un poco loca. Es un paisaje violento con montes pinos que crecen directamente del mar como colmillos de monstruos oceánicos, en verano, grises con manchas verdes, pero en invierno, blancos y resplandecientes como joyas sobre terciopelo cerúleo. El paisaje del costa tiene un clima impredecible con un viento feroz que en un momento sacude las casas, hace gemir las paredes y saltar los barcos en el puerto, y en un abrir y cerrar de ojos está desaparecido como una fantasma sobre el mar liso.

    En ese paisaje brutal y a la vez divino nace y crece un especie de gente muy distinto del introvertido Osloeño. Tienen el temperamento de sus alrededores, son directos, a veces bruscos, pero también abiertos con un humor tosco, pero el carácter caprichoso de su clima los han hecho flexibles y pacientes. Una vez, en ese mundo del águila marina, gente sociable y una naturaleza prístina vivió, trabajó y dio a luz. Cuando regresó a Oslo tras 5 años la intensidad de esa universo me había marcado. Salió con otros colores adentro y para siempre enamorado con Nordland.

    • Helen Haanes
      30/03/2016

      Correción (no se como el texto se puede editar): * Una vez en ese mundo del águila marina, gente sociable y una naturaleza prístina viví, trabajé y dí a luz. Cuando regresé a Oslo tras 5 años, la intensidad de eso universo me había marcado. Salí con otros colores adentro y para siempre enamorada con Nordland.*

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